El miércoles el país quedó sin electricidad por causa de un apagón general. La ocurrencia, molesta y onerosa, fue atribuida en principio a fallas técnicas de una planta, pero las autoridades  del sector eléctrico tienen la sospecha de que la planta, que arrastró a todo el sistema,  habría salido de servicio por el  corte deliberado de alguna línea de transmisión. El superintendente de Electricidad, Francisco Méndez, confirmó las sospechas y adelantó ayer que varias personas estaban siendo investigadas al respecto. También aclaró que la planta que sacó al resto de servicio fue la de Compañía de Electricidad de San Pedro de Macorís (antigua Cogentrix), y no la AES Andrés.

 El suceso merece una investigación minuciosa y que el país sea informado,  con pelos y señales, de las causas reales del apagón. Las autoridades están en el deber de escudriñar para confirmar o desmontar sus sospechas. Sería muy grave que esas suspicacias tengan algún asidero, pues a las debilidades técnicas del sistema eléctrico estaríamos sumando un ingrediente repugnante en todos los sentidos, que no puede ser pasado por alto. Pero también sería grave ver fantasmas donde no los hay. Por lo pronto, el apagón general reafirma  el desafío a que se enfrentan las  autoridades a cargo del servicio de suministro de electricidad, pues es hora ya de trabajar por soluciones definitivas.

Causas que no se ven, pero sí están

Hace unos  días,  el doctor Héctor Maceo Quezada, director del hospital de traumatología Darío Contreras, advertía que los neumáticos usados que importa el país son una de las causas de trágicos accidentes de tránsito. Desde luego, asoció a esa variable la temeridad en el manejo, la sobrecarga de los vehículos y otros ingredientes. Este país es un gran importador de neumáticos usados y los transportistas “se defienden” comprándolos para sus vehículos.

A propósito de esto, se nos ocurre que si se prohíbe con tanto rigor la importación de vehículos de motor de más de cinco años, ¿por qué no se regula  el mercado de los neumáticos usados? Entre las causas de accidentes fatales, el mal estado de las “gomas” es más determinante que el modelo del vehículo. Los importadores de neumáticos nuevos también tienen derecho a que se les proteja. Y de paso, atacaríamos  de manera preventiva una de las grandes causas de accidentes fatales.