POR FIOR GIL
Los servicios en los centros odontológicos se desarrollan entre precariedades, a secuencia de los problemas que les ocasionan los apagones, dijeron ayer dentistas consultados.

Explicaron, además, que en los últimos dos meses se han visto obligados a dar un uso continuo a las plantas de emergencia y aun así deben aplazar determinados tratamientos, a fin de no quedarse a oscuras en medio de un procedimiento.

 Los dentistas consultados dijeron que también han tenido que trasladarse de un consultorio a otro para poder resolver las emergencias de sus pacientes.

De acuerdo con declaraciones de la doctora Alexandra Valenzuela, hace días se presentó un caso en un centro odontológico, pues en medio de un apagón la planta de emergencia no pudo arrancar y el dentista que más adelantado estaba en los trabajos tenía un paciente anestesiado y por suerte no había empezado a realizar la operación, «pues nada, el paciente fue despachado con su anestesia”.

«Por eso casi todos hemos tomado medidas para no meternos a realizar procedimientos que sean muy delicados, cuestión de que si se va la luz, podamos resolver de inmediato», dijo.

Indicó que, en sentido general, la mayoría de los consultorios odontológicos han tomado las medidas de lugar, para garantizar los servicios que ofrecen y que actualmente realizan en medio de muchas precariedades.

Igual situación fue señalada por Carmen Díaz, de un consultorio de la Abraham Lincoln y por Ivonne de Quiñones, de un centro ubicado en la avenida Independencia, que calificaron como critica la situación que les ocasiona los apagones.

Entre las dificultades que confrontan algunos centros se señala, por ejemplo, que las plantas de emergencia han colapsado o han sufrido desperfectos porque se han quedado directas, se han desprogramado o no entran cuando se interrumpe la electricidad.

La situación afecta también los laboratorios dentales que también recurren al uso intensivo de plantas de emergencia y en algunos casos, ya se han explotado, como es el caso de los Laboratorio Helen, de la calle Jaragua, en el sector Don Bosco, donde el pasado miércoles se le daño su propia generadora.

Angela Benzán, empleada de este laboratorio, dijo que en los últimos meses han podido cumplir con sus clientes porque estaban utilizando su planta de emergencia prácticamente durante 24 horas, pero que ya explotó y todos sus instrumentales funcionan con electricidad.

De su lado, la doctora Luly Rodríguez, del Centro Odontológico ubicado en la calle Haim López-Penna, ensanche Paraíso, consideró que la situación de los apagones ha provocado un caos «nos está llevando quien nos trajo, la planta ya no aguanta más porque está encendida desde las 8:00 de la mañana hasta las 12:30 y en otra tanda desde las 2:30 de la tarde hasta las 9:00 de la noche”.

Se quejó, además, de que las empresas distribuidoras están cobrando la factura sin haber luz y que en ese centro, durante la actual crisis, han gastado mas de RD$60,000.

Explicó que también se han visto obligados a trabajar sin acondicionadores de aire, a no usar el ascensor y a sólo utilizar los equipos imprescindibles, para poder desarrollar sus actividades en medio de las precariedades que provocan los apagones.