Un apagón y una avería en la planta de emergencia impidieron ayer la labor en los tribunales del Palacio de Justicia de la provincia de Santo Domingo, provocando el reenvío de decenas de audiencias. Desde tempranas horas de la mañana los pasillos, salas de audiencias y el área de la secretaría general lucían a oscuras, y ni los roles del día podían ser leídos en los murales informativos.
Un apagón y una avería en la planta de emergencia impidieron ayer la labor en los tribunales del Palacio de Justicia de la provincia de Santo Domingo, provocando el reenvío de decenas de audiencias.
Desde tempranas horas de la mañana los pasillos, salas de audiencias y el área de la secretaría general lucían a oscuras, al punto de que ni los roles del día podían ser leídos en los murales informativos.
De los cinco juzgados de la Instrucción, solo el primero despachó algunos asuntos de manera manual. Mientras que los demás reenviaron los procesos.
Los dos tribunales colegiados también atendieron precariamente algunos casos, al igual que la corte.
En la secretaría general el trabajo fue nulo. Allí se expiden documentos judiciales como las resoluciones, notificaciones, copias de sentencias, entre otros.
La única zona con energía eléctrica era la planta baja donde operan las oficinas del Ministerio Público, gracias a inversores.
A la oscuridad del edificio se sumaba el calor asfixiante, puesto que el Palacio de Justicia resulta pequeño para la cantidad de personas que a diario acuden allí.
Todavía en horas de la tarde la energía no había sido reestablecida ni la planta de emergencia reparada. Las audiencias fueron reenviadas a partir de los 15 días.
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Implicaciones
Sobre lo que implica el paro de labores en los tribunales, el abogado Valentín Medrano explicó que existen plazos fatales en materia judicial. Puso de ejemplo la revisión de medidas de coerción que tienen sus fechas específicas desde que son dictadas. O sea si una persona está en prisión y hoy culmina el plazo, en la legalidad del proceso debía ser liberado aunque los tribunales se hagan oídos sordos a los fines sociales, expresó Medrano.