Decenas de micro y pequeños negocios en los barrios Azul y La Esperanza de Los Ríos están por cerrar sus puertas en este nuevo año, debido a la falta de energía eléctrica.
Según comerciantes de esos populosos barrios del Distrito Nacional los apagones son de hasta ocho y doce horas corridas, lo que les dificulta continuar con sus pequeños negocios, los cuales representan el único sustento para sus familias.
En ese sentido, piden a la Empresa Distribuidora de Electricidad del Sur (Edesur) que esos barrios sean incorporados en el circuito 24 horas, ya que están dispuestos a pagar el servicio, siempre y cuando esté asegurado.
Yo pienso irme al campo, aunque sea a vender vacas, dijo Tomás Ernesto Beltré, dueño de un taller de herrería que se ha visto afectado drásticamente por la falta de energía eléctrica.
Beltré explicó que su taller tiene más de 20 años, sin embargo, dice que se verá obligado a cerrarlo porque la larga tanda de apagones no le permite continuar.
Agregó que tenía cuatro plantas eléctricas y que todas se han dañado por el frecuente uso.
Una situación parecida la vive José Armando Grullón, dueño de un pequeño taller de refrigeración, quien expresó que es imposible aguantar los largos apagones que ocurren en el barrio La Esperanza, de Los Ríos.
Dijo que cada vez se le dificulta más mantener a su familia, compuesta por su esposa y cuatro hijos, y es que ya nadie quiere ir a su negocio a llevar cualquier electrodoméstico para repararlo porque, aunque no es su intensión, tiene que quedar mal con los clientes.
Para la propietaria de una pequeña envasadora de agua, Milka González, la situación no es distinta, por lo que se queja de la situación. Su negocio, Agua Estefaveni, ubicado en el Barrio Azul, también ha sido afectado por los falta de energía.
Cándida Alberto, quien junto a su esposo tiene una pequeña carnicería, asegura que por la mala calidad del suministro de energía a diario tienen que votar carnes, lo que significa pérdidas para el negocio.