Apagones favorecen delitos

Apagones favorecen delitos

POR GERMAN MARTE
Organizaciones religiosas, cívicas y comunitarias de la zona norte del Distrito Nacional plantearon que los apagones en los barrios marginados son caldo de cultivo favorable para atracos, venta de drogas y otros delitos. «Ni los oficiales policiales se arriesgan a incursionar en los barrios durante los apagones en horas de la noche», expresan.

Las organizaciones hacen su planteamiento en una comunicación dirigida al ingeniero Radhamés Segura, administrador de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE).

Señalan que al dejar a oscuras a los barrios marginados, los delincuentes se constituyen en dueños y señores del lugar, y a partir de las siete de la noche los vecinos se tienen que encerrar en sus hogares.

Entre las entidades que suscriben la comunicación al administrador de la CDEEE figuran el Centro de Estudios Sociales Padres Juan Montalvo, las parroquias Santa Ana, de Gualey; San Martín de Porres, de Guachupita; y María Auxiliadora.

Además, el Foro Interbarrial Permanente, el Centro para la Paz, la Tolerancia y el Desarrollo (CEPATODE), Coordinadoras Para el Desarrollo de La Ciénaga, Coordinadora de Organizaciones Barriales Don Bosco, Coordinadora para el Desarrollo de los Guandules, y Espacio de Coordinación de Organizaciones de Guachupita.

Las organizaciones afirman que los cortes energéticos hacen aún más critica la situación educativa de los barrios, pues cuando no hay energía eléctrica se paralizan las escuelas nocturnas, incluso muchos estudiantes universitarios no asisten a clase por temor a ser asaltados al regresar a sus hogares.

Afirman que los limitados servicios de las bibliotecas pierden razón de ser a consecuencia de los apagones nocturnos, debido a que los jóvenes que trabajan y estudian sólo disponen de las horas nocturnas. «Los apagones nocturnos acaban con las iniciativas cívicas de las organizaciones sociales, barriales y de las ONG. En medio de la oscuridad es riesgoso salir por los barrios», indica la comunicación.

En general, explican las organizaciones, los apagones limitan en gran medida las actividades culturales y recreativas de los barrios.

Asimismo, dificultan la llegada y salida a los barrios de las personas que buscan ganarse la vida honestamente, de los chiriperos que tienen que salir en horas de la madrugada. Mientras que la mayoría de los comerciantes de la zona tiene que cerrar sus puertas a partir de las siete de la noche.

Subrayaron que los barrios ya contaban con un alto índice de desempleo, un alto nivel de delincuencia y de analfabetismo, «pero que los apagones han venido a incrementar esos males, y malogran las iniciativas de las entidades culturales, comunitarias y cívicas de los barrios».

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