Apagones lesionan pequeños negocios

Apagones lesionan pequeños negocios

POR ODALIS MEJÍA
Los apagones de seis y doce horas consecutivas trastornan la vida y las actividades productivas en todo Santo Domingo y el país. Los que más se quejan son los propietarios de pequeños establecimientos quienes advierten que carecen de condiciones para traspasar a la clientela los costos extras que les significa el uso prolongado de los generadores de emergencia. Propietarios de salones de belleza, colmados, talleres, carnicerías, heladerías y pequeños talleres expresaron sus quejas por las grandes pérdidas que sufren porque únicamente reciben unas pocas horas de energía cada día.

Los comerciantes dijeron que dejaron de vender productos lácteos, embutidos y otros que necesitan refrigeración constante porque los apagones son muy prolongados y les resulta incosteables si usan sus generadores.

En algunos pequeños comercios se han decido a agregar a las facturas que cobran a sus clientes un monto extra por el uso de los generadores de emergencia. Este tipo de cargo se está generalizando sobre todo en salones de belleza y muy pocas personas, de las que acuden a estos establecimientos, están pagándolos.

Claret Espinosa, quien opera un pequeño salón en la calle Francisco Villaespesa del ensanche La Fe, dijo que aunque tiene un pequeño generador de energía, muy pocas mujeres acuden cuando falta el servicio público, ya que cobra un costo adicional de RD$30 y muy pocas están dispuestas a pagarlo.

Dijo que electricidad apenas llega unas cuatro o cinco horas durante el día y regresa cuando casi es de noche, cuando ya las mujeres no van a hacerse trabajos porque también temen caminar en las noches. Dijo que por esta causa está perdiendo mucha clientela.

Asimismo, Francisca Torres, otra estilista que labora en un salón de la calle Aníbal Espinosa del ensanche Luperón, dijo que “aquí nunca hay luz en la mañana y se va temprano en la tarde; todas las clientas se han ido porque tenemos una pequeña planta que no sirve”. Algunos negocios como la lavandería Mery’s Industrial, de ese mismo sector, opera sólo con planta de emergencia debido a la irregularidad de las interrupciones.

También Manuel Henríquez, quien tiene un pequeño almacén en la calle 19 del ensanche Espaillat, afirmó que ha dejado de ofrecer productos que lleven refrigeración porque la energía eléctrica sólo llega entre seis y siete horas por día.

En tanto que Maritza Méndez, quien trabaja en una carnicería en la calle Central del Espaillat, declaró que aunque hay reducciones importantes, por lo menos los apagones están regularizados.

Con el calor que hace, la cosa se pone más grave, advirtieron. Marisol Polanco, dependiente de una heladería, en la Plaza Enriquillo, de la avenida Máximo Gómez, informa que sólo reciben la energía desde las 9:00 de la mañana hasta las 3:00 de tarde para regresar cuando ya el negocio está cerrado.

“Muy poca gente viene porque a nadie le gustan los helados derretidos y la planta (generadora de emergencia) no da abasto porque no mandan suficiente luz ni los fines de semana”, señaló Polanco.

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