Los apagones continuaron ayer castigando  los hogares y a los pequeños y medianos negocios de embutidos, salones de belleza, lavanderías, heladerías y otros más, mientras se disparan los costos de operación, poniendo en peligro la  existencia de muchos.

Propietarias de salones de belleza informaron que los clientes han disminuido en más de un 60 por ciento, luego del recrudecimiento de los cortes en el suministro de electricidad, ya que un lavado de cabeza que normalmente cuesta 120 pesos se dispara a 170 y 200 pesos, pues hay que cobrar una diferencia por la  planta de emergencia.

La crisis energética ha golpeado tan fuerte a los pequeños y medianos productores, que muchos han decidido desconectarse del sistema y valerse de sus propios generadores.

Tal es el caso de Embutidos Sabrosos,  en la calle La Marina, en La Ciénaga.

Papín, como llaman popularmente al propietario de la empresa, precisa que para poder trabajar el negocio cuenta con tres plantas, de  225, 250 y 300 kilovatios cada una. De no contar con ellas, dice, hace tiempo que la fábrica hubiera desaparecido.

Papín decidió independizar su negocio del servicio eléctrico, porque además de los apagones las facturas llegaban alteradas, como si consumiera electricidad de manera estable y constante.

Embutidos Sabrosos lleva más de 20 años en la calle La Marina, con una nómina de 30 empleados fijos, la mayoría del barrio, de donde salen productos para colmados, almacenes, supermercados, fondas y otros negocios.

Las claves

1. Baja producción

A pesar de que ayer era día feriado, por tanto el consumo de energía es más reducido, los apagones continuaron castigando a la población con tandas de 12 y 14 horas corridas.

2.  Cae generación

La recaída en el sistema eléctrico se debió a la salida de servicio de la planta Haina turbogás, que ayer generaba 91 megavatios, así como Itabo I ,que de 100 megavatios que generaba el domingo, bajó a  44.