Los apagones continúan como uno de los mayores dolores de cabeza para los pequeños negocios en Santo Domingo, ya que están asfixiados porque además de las pérdidas que tienen por falta de refrigeración de sus mercancías deben pagar facturas que, según dicen, no se corresponden con la capacidad de sus establecimientos.

Mediante recorrido por colmados, embutidoras, salones de belleza y otros, en el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo, el grito era el mismo, muchos apagones y alta facturación, por lo que muchos vaticinan su desaparición.

Manuel Billar, del colmado A.K. Super Frías, en el Ensanche Kennedy, deploró que a pesar de que están en un circuito 24 horas, reciben más apagones que energía eléctrica, situación por la que está al punto de cerrar el negocio.