Apertura bar criollo en España generó conflicto

Apertura bar criollo en España generó conflicto

POR MANUEL JIMÉNEZ
MADRID, España.-
La apertura del bar Macorís generó el primer conflicto de importancia entre los españoles residentes en Cuatro Caminos y la naciente colonia de inmigrantes dominicanos. El lugar  se había convertido en punto de reunión semanal para una buena parte de los inmigrantes hispanos, especialmente dominicanos.

«La cuadra entera se llenaba entonces de dominicanos y otros latinos que se divertían e, incluso, ya los españoles se negaban a cruzar por el lugar», recuerda Marcos Cross, quien fuera propietario del negocio y actualmente cónsul general dominicano en Madrid.

Corría el año de 1994 y en Cuatro Caminos el 80 por ciento de los establecimientos comerciales había cerrado. Los españoles que se habían retirado a Cuatro Caminos en busca de tranquilidad, poco duraron en estallar en cólera y se decidieron por una solicitud en masa ante las autoridades municipales madrileñas para cerrar el  bar.

El pretexto fue acusar a la administración del bar, bajo la responsabilidad de Cross, de prestarse al tráfico de personas y de drogas, entre otros delitos.

Cross recuerda que el ayuntamiento de Madrid no soportó la presión y decidió el cierre del bar. Esta clausura fue un duro golpe, pero no amilanó la decisión de algunos dominicanos, entre ellos el propio Cross y Juan Francisco Santamaría, quien más luego asume el consulado en Madrid entre 1996-2000, de reclamar sus derechos.

Se creó entonces la Asociación por los Dominicanos», regenteada por Cross y a través de ella se pidió a la Policía, a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento investigar las acusaciones formuladas por los españoles.

Cross relata que se abrió una investigación cuyos resultados revelaron «fehacientemente que estábamos limpios». «Para entonces salió un artículo en el diario El País que decía: «Alvarado, el Pequeño Caribe», con una foto del bar Macorís». Pero la lucha apenas se iniciaba, reconoce. Era el año de 1997 y ya se había producido la muerte de la dominicana Lucrecia Pérez y ello «nos ayudó a crear conciencia entre nuestros compatriotas», dice Cross.

Sostiene que a raíz de este proceso la comunidad comenzó a crecer y  surgieron nuevas empresas dominicanas en Madrid de envío de valores, restaurantes, discotecas, bodegas, salones de bellezas y agencias de viajes.

Según las estadísticas oficiales, en España residen unos 40 mil dominicanos, de los cuales unos 15 mil han obtenido la nacionalidad. Pero Cross asegura que el número de dominicanos es mucho mayor, que supera los 70 mil, con una media aproximada de entre un 15 a un 20 por ciento de indocumentados.

Hoy, Cuatro Caminos es un pequeño Santo Domingo, donde se come salcocho, mondongo y cocido. Se bebe ron y cerveza criolla. Cuando pregunté a una dominicana que ocasionalmente encontré en el metro de Madrid como llegaba a la zona dominicana, me dijo: Toma la línea tres y cuando llegue a la parada de Cuatro Caminos, pregunta por la Esquina Caribeña», me respondió.

 No tuve que hacer mucho esfuerzo, el sonido peculiar de una bachata y un cartel que anunciaba la presentación del Jeffrey me llevo a ese rincón dominicano en Madrid, de calles estrechas y edificios viejos, pero donde te recrea inequívocamente con tu origen.

En la actualidad, se trata de una zona esencialmente latina, pues el grueso de los españoles que allí residían se ha desplegado a otros lugares. Los tiempos de los conflictos raciales han quedado virtualmente atrás, aunque no dejan de presentarse uno que otros casos aislados de xenofobia y agresiones de características raciales.

LOS PLANES DEL CONSUL

El nuevo cónsul recuerda que padeció y vivió el viacruxis del inmigrante indocumentado al llegar a España y ha decidido destinar una  parte de sus ingresos personales para emplearlos en programas de ayuda y asistencia social a sus compatriotas.

«No he venido aquí a hacerme rico, aunque tampoco pretendo ser más pobre, pero ya estamos implementando un plan de ayuda mutua y asistencia social», informa Cross.

Ha abierto un local independiente a la sede del consulado desde donde operara el programa de asistencia social y al que financiara con unos 4,000 euros mensuales que saldrán de sus honorarios, nos dice. De este monto, se destinaran 1,000 euros mensuales para ayudar con el traslado de cadáveres de dominicanos fallecidos en España.

«Da lastima cuando un dominicano muere en España. ¿Sabe cómo se subsidia ese funeral?, nos pregunta. Pues llevando alcancías a las bodeguitas, a los bares, a los restaurantes, a los locutorios (cabinas telefónicas), a las tiendas y muchas veces anunciándolos en las discotecas para poder reunir los 3,000 euros que cuesta el traslado del cadáver a Santo Domingo», dice Cross.

Pero sus planes en este sentido son más ambiciosos. Cross esta ideando la creación de un seguro comunitario manejado por el Centro de Ayuda Mutua que ha abierto en Madrid para el traslado de cadáveres a Santo Domingo, en el que los dominicanos podrán registrarse cotizando anualmente una exigua suma.

Este seguro, nos dice, garantizaría los servicios funerales y el traslado del cadáver del dominicano fallecido a su país, junto a un familiar, sin tener que cubrir costos adicionales. Entre la colonia dominicana se esta repartiendo un folleto explicativo de la manera en que operaría el seguro y el monto de las cotizaciones anuales.

Cross está interesado también en que el gobierno del Presidente Leonel Fernández se aboque a la revisión del acuerdo migratorio sobre reagrupamiento familiar firmado con España, pues entiende que este convenio prácticamente obliga a delinquir al dominicano que llega a esta nación europea acogiéndose a sus cláusulas.

El dominicano que llega aquí por reagrupamiento familiar no tiene derecho a trabajar y a veces esta situación no le deja otra opción que caer en la delincuencia», reconoce Cross.

Tiene en proceso, además, la creación de un mecanismo de financiamiento, respaldado por el Banco de España, para los dominicanos que deseen financiar la construcción de una vivienda. En la sede del Consulado se podrá ofrecer información a los interesados.

Entre sus planes esta, igualmente, la creación de la Cámara de Comercio Dominico-Española en Madrid y el fortalecer programas educativos para los hijos de inmigrantes recién llegados a España.

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