LA HABANA (EFE).- La comunidad internacional, el exilio y la disidencia interna cubana saludaron ayer la excarcelación del poeta Raúl Rivero, pero demandaron al régimen de Fidel Castro la liberación del resto de los presos políticos del país.

   Rivero, condenado a 20 años, y el presidente del «ilegal» Partido Liberal Democrático, Oswaldo Alfonso, condenado a 18 años, fueron excarcelados hoy por motivos de salud.

   Estas dos nuevas excarcelaciones se suman a las tres del lunes y elevan a doce el número de liberaciones de disidentes del llamado «Grupo de los 75» desde abril.

   Las liberaciones de las últimas horas coinciden con el proceso de revisión de la política de la Unión Europea (UE) hacia la isla a instancias el Gobierno español, partidario de un acercamiento al régimen comunista de Fidel Castro.

   Considerado el mejor poeta de su generación, Rivero fue liberado con una «licencia extrapenal» por motivos de salud por periodo indefinido.

   El escritor, de 59 años, fue condenado junto a otros 74 disidentes en la primavera de 2003, acusado de conspirar con EEUU, atentar contra la independencia del Estado y socavar los principios de la revolución.

   Rivero, quien tiene buen aspecto y ha recuperado catorce kilos que perdió en la cárcel en su primer año de cautiverio, sufre un enfisema pulmonar que se agravó en el primer año de condena en una prisión de máxima seguridad, en condiciones «muy difíciles».

   El escritor, en declaraciones a EFE, atribuyó su liberación a las presiones internacionales y, en especial, a las gestiones del Gobierno español, al que dijo estar «eternamente agradecido».

   A su juicio, este proceso demuestra que los gestos duros «nunca funcionan bien con las autoridades cubanas».

   «Pienso que ha sido inteligente la gestión de los políticos españoles en general y ha sido más útil que posiciones cerradas que lo que hacen es crispar la situación», afirmó.

   Su intención es «seguir escribiendo y hacer lo que siempre he hecho», aunque aún no tiene claro si permanecerá en Cuba o tendrá que abandonar la isla para poder hacerlo.

   Antes de salir del hospital militar, Rivero pudo ver a Oswaldo Alfonso, de 39 años, excarcelado también por problemas depresivos agudos.

   La comunidad internacional saludó las liberaciones, pero pidió más al régimen comunista cubano.

   «Lo encuentro muy alentador, pero no hay que olvidar que había 75 prisioneros políticos y que hemos pedido la liberación de los 75», declaró el ministro holandes de Exteriores y actual presidente del Consejo de la UE, Bernard Bot.

   «Si es sólo una liberación temporal de unos pocos prisioneros para hacer bonito y luego se para, entonces no es suficiente para la UE», advirtió.

   El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó su «satisfacción» y «felicidad» por la liberación de Rivero, aunque atribuyó a una «casualidad» la coincidencia con sus intentos de que la UE flexibilice su relación con Cuba.

   También el Departamento de Estado de EEUU expresó su satisfacción por las excarcelaciones de disidentes que «nunca hubieran debido ser encarcelados», y las atribuyó «a la presión de otros gobiernos democráticos».

   El secretario general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, se sumó a la «alegría» de la comunicad internacional y apuntó que la liberación de Rivero es «un signo de esperanza para todos los periodistas encarcelados en el mundo».

   La oposición interna cubana relacionó las liberaciones con los intentos del Gobierno por respaldar la política española e insistió en demandar la liberación de todos los presos políticos.

   «Raúl es la perla de la corona, pero quedan más en las cárceles, y el Gobierno cubano todos estos años ha regalado de alguna manera presos políticos a gobiernos extranjeros», dijo el opositor Elizardo Sánchez.

   Pero Sánchez también denunció que muchos de los presos que, como Rivero, fueron reagrupados en La Habana hace unos días, están volviendo a sus cárceles.

   El exilio cubano en Miami celebró la excarcelación de Rivero, aunque no consideró que responda a un gesto humanitario sino a una maniobra política del gobierno de Cuba con miras a la Unión Europea, que decidirá en un par de semanas su estrategia hacia la isla. EFE