Aplazan juicio de Meregildo

Aplazan juicio de Meregildo

POR DIEGO PESQUEIRA
El juez de la Tercera Sala Penal de la provincia Santo Domingo dictó ayer orden de conducencia contra dos testigos del proceso penal seguido contra el fraile Meregildo Díaz y el ex sargento Valentín Vicioso, acusados de asesinar a los esposos Joel Díaz Sarmiento y Yaniris Ruiz.

La audiencia debió ser aplazada para el próximo sábado 27 de agosto por el no traslado de los prevenidos al tribunal desde la cárcel de Najayo.

La orden de conducencia fue dictada por el magistrado Julio César Lora contra los testigos Miguel González, quien fue la persona que encontró los tanques con los cuerpos sin vida de Joel y Yaniris en Azua, y Máximo Rojas, ambos debidamente citados y no se presentaron ante la justicia.

«La audiencia es aplazada para el próximo sábado 27 a las 10:00 de la mañana y se dicta orden de conducencia contra los testigos Máximo Rojas y Miguel González, quienes fueron debidamente citados y no se presentaron ante el tribunal», precisó el magistrado Lora.

En torno al caso, el fiscal Perfecto Acosta, dijo que trató por todos los medios que los prevenidos fueron llevados ante el juez para conocer el juicio de fondo, pero que no pudo hacer contacto con el alcaide de Najayo.

Manifestó que tiene la información de que en Najayo era celebrada una actividad religiosa por lo que la alcaldía se encontraba cerrada.

Acosta alegó que desde hace varios días alertó a las autoridades de Najayo para que trasladarán a Meregildo a la audiencia.

«Hicimos todos los esfuerzos porque los prevenidos, quienes están presos en Najayo estuvieron aquí, pero lamentablemente

no fue posible», apuntó.

Acosta explicó que si no comparecen los imputados, entonces es un motivo para suspender la causa.

Los cuerpos de Joel y Yaniris fueron encontrados descuartizados y quemados dentro de un tanque, que luego en las investigaciones se habría determinado que coinciden con tanques que se encuentran en la finca propiedad de Meregildo.

La pareja desapareció el pasado cinco de febrero y encontrados muertos un mes después en la comunidad de Hatillo, Azua.

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