En contraposición con otras actividades, la crisis sanitaria impactó positivamente la producción, distribución y comercialización de la flor cortada y las plantas ornamentales. Se estima que más de 200 pequeñas y medianas jardinerías informales se crearon en patios y marquesinas. En la actualidad se calcula que la floristería genera cerca de 5,000 empleos directos y mueve cerca de 3,000 millones de pesos anualmente en el comercio.
El mercado interno de las plantas ornamentales está produciendo más dinero que la flor cortada, pues colateralmente acciona en la compra y venta de pesticidas, sustratos, tarros, tierra, materia orgánica, etc. La importación de plántulas procede de EEUU en un 90%, exclusivamente para crecer, pues las especies y cultivares tienen registro de propiedad intelectual que prohíbe y penaliza su propagación. El ingeniero Julio Taveras propietario de Interflora Quisqueyana, afirma que las empresas están disgregadas, impidiéndole obtener otros beneficios.