Aporte al ordenamiento del tránsito vehicular  

Aporte al ordenamiento del tránsito vehicular  

Hace unas semanas este prestigioso periódico publicó, en sus dos páginas centrales, la entrevista del Grupo Corripio a unos diputados que quieren modificar la Ley 241 de Tránsito de Vehículos que data de más de 40 años de promulgada.

Al leer las modificaciones que pretenden incluir en la referida ley, debemos admitir sus buenas intenciones para hacer de la misma una ley moderna que esté al nivel de otros países desarrollados y organizados. Sin embargo, no dejamos de expresar nuestras dudas sobre su aplicabilidad.  Esperamos, por eso, que no vaya a ser otra moderna ley que no la cumplan los que están en la obligación de hacerla cumplir, como  la Ley de Salud y la de la Seguridad Social.

Consideramos que lo primero que hay que hacer para mejorar sustancialmente el caos en que se encuentra el tránsito vehicular en el país, es tener la voluntad política del Presidente de la República de mejorar el tránsito, y trasmitirle esa voluntad a los organismos que tienen la responsabilidad de ordenarlo en la actualidad.

Y no hay que ser un gran experto ni haber realizado estudios profundos en cómo organizar el tránsito para iniciar el ordenamiento del mismo en nuestro país. Solamente tenemos que visitar como turistas, si se quiere, a algunas ciudades organizadas más que desarrolladas, para percatarse de lo que se requiere hacer en el ordenamiento del tránsito vehicular.

Hemos observado en esas ciudades, que la mayoría de las calles y avenidas son declaradas para transitar en una sola dirección. Es decir, que avenidas como la Máximo Gómez, Ortega y Gasset, Abraham Lincoln, deben ser para transitar en una sola dirección. Unas de sur a norte y otras de norte a sur. Por otro lado, declarar de utilidad pública ciertas edificaciones y abrir calles sobre todo para el flujo vehicular norte-sur y sur-norte que constituye el mayor problema de la ciudad capital. En Santiago al igual que otras ciudades, no virar a la izquierda en el cinturón que rodea la ciudad.

En relación a los estacionamientos prohibidos en calles y avenidas, existen modernos candados que pueden ser aplicados en múltiples vehículos al mismo tiempo sin necesidad de grúas. El conductor o el dueño del vehículo deben pagar la multa de esos vehículos para qué puedan ser removidos del lugar. Solamente con estas medidas iniciales, hasta se podrán pagar a los agentes de tránsito extras que se requerirán para ordenar el tránsito.

Es de esperar que al comienzo de su aplicación, tales medidas generen muchas protestas.  Pero en pocos meses la gran mayoría de la población las apoyaría, y los conductores comprenderán, después de haber pagado multas, que deberán respetar las leyes. Este programa de ordenamiento para que sea permanente, tendrá que incentivar los salarios de los agentes de tránsito con premiaciones que podrían ir desde vacaciones de fines de semana con sus familias en hoteles, aumento de sus salarios, y ascensos. Desde luego, se deberá supervisar que los agentes, por recibir estos incentivos, no  abusen imponiendo sanciones a los que no  han contravenido las reglas de tránsito, y para eso se requerirá de cámaras fotográficas que testifiquen la violación.

Estas medidas de sanción aplicarán también para los autobuses que se detienen en paralelo a recoger pasajeros o  fuera de la parada oficial. También, para los taxis que recogen pasajeros debajo precisamente del aviso que señala la prohibición de recoger pasajeros en esa área o de cualquier vehículo privado u oficial.

A pesar de que la intención de los legisladores que estuvieron conversando sobre sus propuestas para modificar la Ley de Tránsito Vehicular son buenas, consideramos que si se toman medidas progresivamente como las que hemos mencionado, poco a poco podremos lograr alguna mejora al caos existente.

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