En la pasada Era Trujillista, ser periodista fue siempre un oficio peligroso, si no se era sumiso, adulador y buen pasquinero, sin embargo, en noviembre de 1946, un grupo de jóvenes, aprovechando las falsas facilidades que ofreció el Dictador, con un llamado a la constitución de partidos y agrupaciones políticas, organizamos la Juventud Democrática y al regresar varios exiliados, se constituyó el Partido Socialista Popular, ambas instituciones fundaron sus respectivos órganos de prensa, el periódico Juventud Democrática y el Popular. La tarea no fue fácil, fue peligrosa, arriesgada y desafiante y costosa en vidas humanas.

El Periódico Juventud Democrático, logramos imprimirlo en una imprenta propiedad de don Enrique Combier, localizada en la calle Luperón #25, próximo a1 colegio La Milagrosa y en su primer número hicimos constar, 1ro. Que la organización no era ni comunista, ni anti-comunista, 2do. Reproducimos e1 discurso del Embajador de EE UU. y una carta del entonces Rector de la Universidad, Lic. Julio Ortega Fier reclamando la inscripción, exámenes, etc., de un grupo de jóvenes a los cuales se les negaba exámenes y absceso a esa universidad, entre los cuales estábamos Virgilio Díaz Grullón, nuestro Director, José R. Martínez Burgos; Alfredo Lebrón, etc., entre otros. El primer editorial llevaba la firma de nuestra ilustre poeta Carmen Natalia.

Lo vivido durante la tiranía de Trujillo es imposible olvidarlo aún cuando se pasen todas las hojas de los escritos sobre esa maldita Era, nos enfrentamos a fieras con nuestras denuncias, nuestros reclamos y 1a fe puesta en el todo poderoso a sabiendas, que solamente íbamos a conseguir reducir en algo los atropellos, las injusticias y tal vez las prisiones de los desafectos al régimen. Solamente se pudo tener en circulación nuestro periódico Juventud Democrática hasta el 7/6/47, por que fuimos hechos prisioneros unos enterrados en la Fortaleza Ozama, en la celda número nueve, otras en Santiago, La Vega y otro grupo entre los cuales estaba el autor de estas líneas, nos llevaron a la cárcel de Monte Cristi, entre 1os cuales estaban: el Dr. José Antonio Martínez Bonilla, Juan Casasnova Garrido. Y otros cuyos nombres no recuerdo de momento. Sin embargo a pesar de todas las vicisitudes, persecuciones, aún sentimos 1os latidos de los deseos de una patria mejor, sin corrupción, sin injusticias, sin los funestos privilegios con libertad, salud y educación para todos los ciudadanos.