Aporte digno de imitación

Aporte digno de imitación

La decisión de la Fundación Tropigás de aportar dos embarcaciones recolectoras de residuos sólidos y orgánicos para la limpieza de los ríos Ozama e Isabela constituye un gesto digno de imitar por los empresarios que solo piensan en obtener exenciones y ventajas del Gobierno.
Cualquiera que ame a su país tiene que haberse estremecido de dolor y vergüenza ante el bochornoso drama que se dio en el malecón de la ciudad con el desbordamiento de plásticos, lila y basura que abarrotaron al mismo.
Las imágenes recorrieron el mundo y personalidades del ámbito artístico internacional deploraron la situación que refleja un pobre nivel de conciencia, higiene ciudadana e irresponsabilidad de las autoridades.
Por suerte el alcalde del Distrito Nacional no se limitó a criticar la decisión de soltar esa avalancha de escombros retenida en el puente levadizo del Ozama, sino que con el auxilio del Ministerio de Obras Publicas resolvió el problema.
Ni el trabajo de David Collado ni la presencia de los barcos resultarán suficientes para resolver un problema que será recurrente si no se adoptan una serie de medidas complementarias.
Es urgente una intensa campaña de concienciación entre los habitantes de los sectores a orillas de los ríos Ozama e Isabela y la dotación de zafacones y fundas para la recolección de desechos sólidos que deben ser recogidos por el Ayuntamiento.
La imposición de sanciones legales para quienes sean sorprendidos lanzando basura, y la coordinación de las autoridades con las juntas de vecinos para la solución de un problema que más que de imagen, representa un peligro de salud, y una afrenta a la vergüenza y al orgullo nacional.

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