APORTE
Arte Berri 

<STRONG>APORTE<BR></STRONG>Arte Berri 

En el 105 de la calle Hostos en la zona colonial de Santo Domingo se ubica una casa hermosa.  Más que una casa, es un espacio dedicado al arte.  Su nombre: Arte Berri.  Es una galería y una fundación que ya cuenta cinco años en el medio cultural dominicano.

Cuando entramos, somos cautivados por la magia del lugar. Dividido en tres salas y un patio, este espacio está dedicado al arte elegido por su directora Bingene Armenteros que, según sus propias palabras, ante todo quiere exponer artistas que le gustan.  En las obras de los artistas que ella muestra en su galería, no busca una firma sino una trayectoria realmente artística a largo plazo.  Lo interesante es ver la evolución y la búsqueda en los trabajos expuestos.  Es una visión muy clara y es la visión que debería tener cada galerista. 

Pocos son los galeristas con esta característica.  Ella forma parte de un pequeño grupo de aficionados que tienen el buen ojo para descubrir los talentos del mañana, al igual que Lyle O’Reitzel.  Bingene Armenteros participa en las ferias de Miami y de Santa Fe para dar a conocer la galería, además de traer artistas a República Dominicana.  Se toma su tiempo para montar cada evento, y realiza tres o cuatro exposiciones al año, buscando siempre tener un impacto importante en el mundo cultural.  Actualmente, expone a Amaya Salazar, Omar García y Pere de Ribot.  Además, está preparando un proyecto que será presentado antes de fin del año.

El rol de la galería no se limita a exponer obras, sino también a organizar conferencias.  La última fue hace pocos días, presentada por Fernando Casanova, sobre el tema invertir en arte.  Para una galería, es muy importante tener actividades que permitan desarrollar una vida cultural.  Al igual que la obra, no vive solamente por sí misma, sino también a través de su mundo, la galería debe diversificar sus actividades para ofrecer al público una imagen de actor socio-cultural. 

En el caso de la galería Arte Berri, la directora dispensa también cursos hacia los jóvenes, para que tomen conciencia del rol del arte en la vida cotidiana. Es un taller para descubrir, a través de la práctica, el mundo fascinante del arte.  Dar la posibilidad de ver y sobre todo las ganas de apreciar el arte es un objetivo primordial.  El amor por el arte no tiene edad ni definición.  Simplemente, debe dejarse llevar por la voluntad de procurar felicidad, como lo sentimos cada vez que empujamos la puerta de la galería Arte Berri.

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