APORTE
La Plazoleta Rotaria, conjunto escultórico-monumental

<STRONG>APORTE<BR>La Plazoleta Rotaria, conjunto escultórico-monumental</STRONG>

La Plazoleta Rotaria, ubicada entre la avenida George Washington y la calle Juan de Dios Ventura Simó esquina Horacio Vicioso, fue inaugurada el 1 de noviembre de 2012, siendo su creación escultórica un símbolo material y ejemplar de figuras humanísticas que han enarbolado la paz y la comprensión mundial como mensaje que promueve Rotary International y su travesía de paz y ayuda a los pueblos sobre la base de la hermandad.

La isleta hoy llamada Plazoleta Rotaria está situada también al lado derecho donde se hace visible la parte frontal del edificio que aloja al Colegio Dominicano de Periodistas y al fondo, y detrás  de la misma plazoleta, visible emerge la Iglesia Nuestra Señora de la Paz.  La determinación urbana que hace posible la visibilidad figural de esta creación surge del posicionamiento monumental y logra también contribuir con el conjunto artístico y simbólico, cuya composición, integrada por bustos y una creación escultórica en vertical utilizando el recurso de estilización de la materia, convierte dicha plazoleta en una forma cuya materialidad enlaza con la naturaleza filosófica de Rotary International.

El juego escultórico-monumental ha sido realizado por tres artistas, cuya visión escultórica conforma el equilibrio de idea y creación de esta organización que ha contribuido con el avance-desarrollo de una visión humanista, fijada en nuestro país a su llegada el 24 de febrero de 1943.  Los artistas involucrados en dicha creación son:  el escultor mejicano A. Camacho, quien desde un particularizado homenaje a Carlos Canseco, presidente de la Rotary International entre 1984-1985, presentifica en una imagen la importancia de dicha personalidad; el dominicano Mario Lockward Artiles, quien modela y esculpe la figura de Paul Harris, abogado y humanista; fundador en 1905 de Rotary International y cuyo busto fue donado por el señor Vinicio Galán en fecha 25-6-1994.

En el centro se pronuncia el núcleo escultórico de Alejandro Pannini, escultor venezolano de origen italiano, quien fundamenta su gestualidad escultórica en una hermandad entre  República Dominicana y Venezuela, de suerte que lo que se cumple a partir de la imagen es la función de lo humano y la hermandad es lo que produce y a la vez traduce en esta visión hecha en “metálico”; cuerpos conformados en vertical, orientados de manera bifronte, mirando hacia el presente y hacia el pasado y uniendo el rostro de la modernidad y el rostro de la tradición, en base a una idea de simbolización formal y de significado integralista del orden social.  Según Alejandro Pannini, lo que hizo realidad este tríptico fue la referencia puntual del rotarismo dominicano.   El escultor asimila elementos de un lenguaje formal neofigurativo, donde se presentifica la idea gestual y simbólica basada en el altruismo de la acción rotaria.

La artisticidad de esta imagen de centro que justifica  “LA HERMANDAD ENTRE DOS PUEBLOS”, produce y a la vez multiplica, como discurso escultórico, un tipo de cuerpo simbólico y alegórico propio de una creación-homenaje, a través de cierto contenido humano hecho expresión artística por ese escultor venezolano nacido en Florencia, Italia, y quien desde que se autodescubrió  como creador visual siendo estudiante en la Universidad de Carabobo, Venezuela, y donde en el salón de artes plásticas de la misma universidad hizo su primera exposición, puso a conjugar su talento de ingeniero con el de escultor.

Este artista que evoca a través de sus monumentales esculturas en diferentes lugares e instituciones venezolanas, y que toma como visión el espíritu de la memoria de América, ha creado en varias instituciones académicas y públicas de su país y del extranjero vertientes figurales en diversos metales y materiales, en torno al concepto de identidad continental.  En esta ocasión ha tomado el rotarismo como una visión humanística simbolizando la confraternidad, el desarrollo social y las diversas junturas de la amistad a través de un tipo o núcleo antropomórfico.  Estando aquí en la inauguración de dicha plazoleta el 1° de noviembre de 2012, evoca su presencia en la República Dominicana tomando como punto de trabajo, en contexto artístico, los núcleos expresivos que lo han inspirado.        

            “Esto es lo que Rotary busca y para ello utiliza el potencial que en sus infinitos caminos, su ejército de amor pone en obras… el inaugurar este bello conjunto escultórico es, un camino más para que el servir rotario sea conocido.  Para que despierte en el observador la necesidad de saber más sobre lo que hacemos y (¿por qué no?), aumentar nuestras posibilidades de reclutamiento de personas de buena voluntad…”

Este proyecto concebido por la gobernadora rotaria Milqueya Portes y proseguido en las gobernaciones de Ramiro Sánchez, Aura Basilis, Jacqueline Medina e inaugurado en la Gobernación de Alejandra Martínez, se explica en una visión y trabajo de conjunto y aportes, en un momento en el cual el presidente del Comité era el señor Jordi Gassó y el coordinador el Ing. Rudyard Montás, quien actuó junto al director de obras, el Ing. José Adolfo Herrera.

Podemos decir que la imagen de centro de este conjunto escultórico-monumental pronuncia también una temática donde el símbolo posee un valor como foco organizador sistemático, que podemos buscar en el sistema heráldico e histórico dominicano.  Los cuerpos orientados de manera expresa por Alejandro Pannini atraen por su nivelaridad diferenciada, y por cierta verticalidad situada en el contexto de las vanguardias históricas, europeas y latinoamericanas, reveladoras de un geometrismo de tipo simbólico-visual en cuyos ejes podemos advertir el trabajo del artista venezolano que se expresa también, y de manera conjunta, en relación con los bustos que sobresalen y se pronuncian en los dos extremos del conjunto realizados por A. Camacho y por Mario Lockward Artiles.

La singularidad estético-visual de esta creación se conjuga en base a tres lenguajes de producción diferenciados y cuyos mensajes se materializan en la idea del rotarismo dominicano y el rotarismo latinoamericano, habida cuenta de sus acciones éticas, científicas, sociales y humanas, conformadas desde un marco de desarrollo y extensión de hermandad, paz y acción social y por un trazado que abraza la unidad en una idea de bien social.

La noción de retrato y proyección en la escultura moderna ha hecho y a la vez ha activado un trabajo con los materiales y los lenguajes significativos en sus inclusiones individuales de creación.  Así, la escultura -homenaje y la escultura-retrato han logrado desarrollar en su expansión pública un arte urbano y público, caracterizado por una práctica artística justificada en una estética material y de pronunciadas formas y posibilidades artísticas.  Todo esto ha dado lugar a una  concepción del arte entendido como respuesta social e integradora, conformadora también de núcleos creacionales reconocidos por su significado.  Se trata de establecer rutas desde el arte concebido a favor del sujeto público y sus trabajos  de gestión en el ámbito civilizatorio actual.

Es por eso que desde una alegoría del rotarismo internacional y nacional asistimos a una con-figuración simbólica y tipológica de la hermandad y la idea de bien en la República Dominicana y en América continental, donde el rotarismo hace su trabajo humano y social como base de transmisión de un proyecto centrado en la hermandad sociocultural.

Rotary. Fundado en 1905, en Chicago, Illinois, es una organización mundial de voluntarios, compuesta de líderes empresariales y profesionales que prestan servicio humanitario en sus comunidades y promueven el desarrollo de la buena voluntad y la paz.  Aproximadamente 32,000 clubes rotarios, con más de 1,200,000 miembros, en más de 200 países y regiones geográficas, llevan a cabo proyectos para abordar los problemas del mundo actual, incluidos: el analfabetismo, las enfermedades, la pobreza y el hambre, la falta de agua potable y el deterioro del medio ambiente, a la vez que fomentan la aplicación de elevadas normas de ética en sus respectivos campos.

En República Dominicana existe el Distrito Rotario 4060, compuesto por 64 clubes enclavados en 41 comunidades del país.  La gobernadora de Distrito es la doctora Alexandra Martínez de Adams.  El rotarismo se inició en nuestro país en 1943, traído de las manos del doctor Andrés Pastoriza, siendo el pionero el Rotary Club de Santo Domingo. Una de sus más importantes obras es la iniciativa para la fundación de la Asociación Dominicana de Rehabilitación, gracias a la inquietud que en su momento expresara la señora Mery Pérez de Marranzini, por interlocución de su esposo don Celso, quien fue socio prominente del referido club.

Otras significativas obras de incidencia en la sociedad han sido: en el sector estudiantil becas de grado y maestría en diferentes universidades del mundo, programa de intercambio de grupos de estudio, apoyo al desarrollo de formación comunitario y de valores en la ética y la moral, vía los clubes para jóvenes Interact y Rotaract; operativos médicos, cirugías, creación de los Bancos de Marcapasos “Dr. Ángel Chan Aquino”, Sillas de Ruedas “Ramón Mejía” y prótesis de manos, también se han desarrollado programas de colocación de prótesis de piernas, corrección de quemaduras y malformación ósea.  Donación de unos 15,000  filtros de bio-arena para agua en sectores desprotegidos de la sociedad, entre otros.

Un comité distrital, coordinado por el Ing. Rudyard D. Montás Bazil y presidido por el Lic. Jordi Manelic Gassó Batista, y como miembros la doctora Milqueya Portes y el Lic. Ramiro Sánchez Melo, tuvo bajo sus hombros ejecutar este proyecto, contando con la Resolución de la Sala Capitular del Ayuntamiento del Distrito Nacional, designando con el nombre de Plazoleta Rotaria el espacio público frente a la Iglesia Nuestra Señora de la Paz, Centro de los Héroes.

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