Aportes pensiones de España registra un saldo negativo

Aportes   pensiones de España   registra un saldo negativo

(FILES) Picture taken on December, 18 2003 in Paris showing Euro bank notes. The euro plunged to its lowest level since April 2006 in volatile Tokyo trade on May 17, 2010 as persistent fears over eurozone debt continued to hammer the single currency and regional stock markets. AFP PHOTO PHILIPPE DESMAZES

Las aportaciones netas al sistema privado de pensiones de España registraron en 2018 un saldo negativo que nunca antes se había producido. Este negativo balance se debe al estancamiento del empleo, no a una caída en las aportaciones a planes individuales de ahorro, aquellos que el cliente contrata con el banco.
El saldo neto en este tipo de flujos siguió siendo positivo (580 millones de euros) aunque, pero decreciente, ya que la cifra supone un 43% menos que las aportaciones netas que se registraron en 2017.
El presidente de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco), Ángel Martínez-Aldama, explica que «se han limitado los incentivos y se ha ido por tanto en la línea contraria a la que se debería».
Pero sobre todo, se explica por el aumento de las prestaciones. En 2018 éstas alcanzaron los 2029 millones de euros, un 12% más que en 2017. Ante esa situación, hay quienes plantean que es vital una reforma integral del sistema de pensiones para fomentar el ahorro privado.
En esa línea se ha pronunciado Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa: «El ahorro en España presenta un perfil plano. Quien ahorraba, ahorra y quien no ahorraba, no ahorra. Hace falta sacudir esto, dinamizarlo, cambiar su tono. El ahorro tiene que girar 180 grados, pero no para alimentar la cuenta de resultados de las aseguradoras sino la cuenta de resultados del país».
«Necesitamos un rediseño del sistema que se lleve a cabo con celeridad porque la magnitud es significativa», ha afirmado Óscar Arce, director de economía y estadística del Banco de España, quien además ha subrayado que el envejecimiento de la población no hace sino complicar que se puedan alcanzar esas reformas y ha propuesto como una de las soluciones al problema instaurar lo que se conoce como cuentas nacionales.
Asimismo, Pablo Antolín, quien se ha encargado de presentar el informe de la OCDE Pensions Outlook, ha recalcado que las reformas, sean cuales sean y que varían en función de las necesidades de cada país, deben perseguir el objetivo común de que «la gente tenga el mayor dinero posible para financiar su jubilación».

Un dinero que aunque seguirá teniendo dos patas, la pública y la privada, tiene su potencial crecimiento solo en una de ellas: la privada. Más teniendo en cuenta que la tasa de sustitución (porcentaje del salario que cubre la pensión) tiende a la baja. «La tasa de sustitución caerá hasta el 45% desde el 70% actual. El sistema de pensiones solo tiene hoy una pata, la pública basada en un sistema de reparto y queremos que tenga tres», afirma.
1. Saldo neto
El saldo neto en este tipo de flujos siguió siendo positivo (580 millones de euros) aunque, pero decreciente, ya que la cifra supone un 43% menos que las aportaciones netas que se registraron en 2017.

2. Fomentar el ahorro
En 2018 éstas alcanzaron los 2,029 millones de euros, un 12% más que en 2017. Ante esa situación, hay quienes plantean que es vital una reforma integral del sistema de pensiones para fomentar el ahorro privado. El ahorro tiene que girar 180 grados, pero no para alimentar la cuenta de resultados de las aseguradoras.

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