Apostando a la vida. La madre que arriesga su existencia en pos de traer al mundo un nuevo ser rinde una nodal labor biológica destinada a perpetuar la especie. La familia como representante de la unidad básica de la sociedad tiene como misión asegurar el natural desarrollo integral de los hijos, a fin de que estos puedan insertarse como entes productivos en su medio.
Salud, economía y educación son ejes fundamentales para el acoplamiento exitoso en una determinada comunidad. La crisis ecológica mundial expresada en intensas lluvias, desbordamientos de ríos, huracanes, terremotos, maremotos, sequías y los fuegos forestales, todos ellos relacionados con el calentamiento global, son una grave amenaza a la supervivencia de la vida vegetal y animal planetaria.
La pandemia del coronavirus justo al completar su segundo aniversario en marzo de 2022 no solamente ha generado la más notoria catástrofe sanitaria en todo un siglo, sino que también ha sacudido negativamente las economías a nivel mundial con un mayor impacto en los países pobres de ambos hemisferios. No se pudo establecer un frente común en todos los continentes para definir una estrategia colectiva preventiva y asistencial contra el covid-19, dificultando de esa manera el manejo sincronizado, rápido, oportuno y efectivo universal.
leer también: En la naturaleza todo fluye
Los tambores de guerra no han dejado de sonar en medio de la debacle sanitaria, colocando en ocasiones en un segundo plano los requerimientos presupuestarios de refuerzo en las atenciones hospitalarias, así como el mantenimiento de los programas tradicionales de cuidados médicos regulares.
A nadie debe asombrar el que las cifras de mortalidad materno-infantil se vean aumentadas, ni que los fallecimientos asociados a enfermedades crónicas, tales como la hipertensión arterial, obesidad mórbida y la diabetes se hayan incrementado. Para quienes nos ha tocado la difícil tarea de contabilizar las muertes por medio del tamiz de las autopsias resulta estremecedor constatar el brote de muertes repentinas en personas cada vez más jóvenes con tendencia a la igualdad en el género.
El abuso de drogas ilícitas, vapeo, alcohol, exceso de fármacos estimulantes y depresores, así como de potenciadores de la actividad sexual son el pan nuestro de cada día en la mesa de necropsia.
Los avances científicos nos han permitido encontrar tempranas fórmulas terapéuticas efectivas en tiempo récord, así como acoplar los descubrimientos tecnológicos para mejorar la comunicación popular, facilitando la difusión rápida de sabias orientaciones para la ciudadanía.
Tenemos la firme convicción de que la paz se impondrá sobre la guerra y de que la salud predominará sobre la enfermedad. Volveremos a retomar el ritmo de aumento de la longevidad humana a nivel universal con una mejor calidad de vida.
Muy a pesar de la panorámica gris presente, como buenos jugadores soñadores de futuro, seguimos apostando a la vida.