Apoya plan Leonel

Apoya plan Leonel

POR TANIA HIDALGO
El director de la Escuela Nacional de la Judicatura, Luis Henry Molina, respaldó ayer que la reforma a la Constitución se haga a través de una consulta popular como lo anunciara el presidente Leonel Fernández, tras indicar que debe ser el resultado de un consenso de todos los sectores.

“Yo creo que es sano lo que está planteando el Presidente de la República, Leonel Fernández, en el sentido de que esto debe ser un proceso consensuado, donde el partido de gobierno entienda que es el facilitador del proceso”, puntualizó.

A juicio del jurista la reforma a la Constitución no puede ser un festín, “sino que tenemos, como país, la madurez suficiente para entender que la Constitución tiene que ser el reflejo de los derechos y los deberes de la población”.

Favoreció un pacto de cumplimiento para que la misma no se convierta en letra muerta.

“Al fin y al cabo la Constitución no es más que un pacto entre todos los ciudadanos para una convivencia pacífica, en el que los derechos y las oportunidades estén presentes para todos los dominicanos”, agregó.

Dijo entender que el país debe aprender de naciones como España y Estados Unidos, cuyas respectivas Constitución han tenido muy pocas enmiendas.

“Debemos tener presente que la Constitución es el principal instrumento, la espina dorsal del sistema de seguridad jurídico de un país y no se puede estar modificando de la noche a la mañana”, añadió al ser consultado por reporteros de Hoy sobre el anuncio hecho por el presidente Fernández en el sentido de que la modificación a la Constitución se hará a través de una gran consulta popular, por considerar que es un método más democrático que la Constituyente y la Asamblea Revisora.

 

PENA DE MUERTE

En otro orden, Molina al ser consultado sobre la pena de muerte, dijo que todos los países que la contemplan han sido sancionados por Naciones Unidas y criticados por todos los organismos de los Derechos Humanos.

Manifestó además que técnicamente está demostrado que la pena de muerte no reduce los índices de criminalidad.

Indicó que, al contrario, acelera los procesos criminales porque el prevenido entiende que no tiene nada que perder.

“Los problemas de la criminalidad no son solamente de los tribunales, están más enraizados en la pobreza, en la falta de oportunidades, en fin en las desigualdades sociales”, manifestó.

A su entender, la violencia sólo genera más violencia. 

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