El representante del Banco Mundial en el país, Marco Mantovanelli, ponderó la importancia de que las autoridades respeten los derechos adquiridos por los autogeneradores, para producir su propia energía.

Consideró que desconocer esos derechos, implicaría una violación a las leyes vigentes, en referencia a las intenciones del gobierno de desconocer un acuerdo que exonera del pago de impuestos a los combustibles que importan los autogeneradores.

Sostuvo que producir energía a precios competitivos es vital para la sobrevivencia del aparato productivo nacional.

Mantovanelli habló con periodistas en un cóctel que se le ofreció para despedirlo como representante del Banco Mundial en el país, posición que ocupará a partir de junio próximo, Christina Malberg.

Dijo que las autoridades deben incentivar por diversas vías a los autogeneradores, para que puedan reintegrarse al sistema energético nacional, ofreciéndoles garantías.

De acuerdo a Mantovanelli, hasta tanto en República Dominicana no se ofrezca un servicio eficiente y a precios competitivos con relación a las demás naciones del área, no se puede obligar a sectores como los autogeneradores, a integrarse en el sistema o quitarles los incentivos que tienen.

«Si hay una ley, esta debe respetarse. Yo no creo que se tenga que violar un derecho o los derechos adquiridos. Eso se tiene que discutir, porque en un sistema ideal todo lo que es autogeneración tendría que estar en el sistema, siempre que haya garantía de un buen servicio», puntualizó.

En otro orden, descartó que por el momento el país pueda privatizar las compañías eléctricas, porque como están esas empresas, es difícil que alguien se atreva a invertir en ellas.

El sector eléctrico no se puede descuidar, dijo, alegando que este tiene una importancia vital, de un lado para la sociedad y del otro, para la competitividad del aparato productivo.

Ponderó la importancia de que en el país se implemente un plan consensuado, con visión estratégica, pero afirmó que para ejecutarlo, es preciso que exista la voluntad política.

Explicó que el problema no es privatizar el servicio, sino que cada grupo cumpla su rol.

«Una compañía, como por ejemplo, la transmisión puede quedarse pública, pero el problema en República Dominicana es que tiene que manejarse como una compañía pública, separada de todo los demás activos del Estado», explicó.

Manifestó que la eficiencia del servicio eléctrico no depende de que se privatice o no, sino de que se manejen las compañías públicas, como tal, separadas de los demás.

«Es preciso que la regulación tenga el poder de regular, de intervenir, de decir no, tú estás equivocado y te voy a poner multas. Sea quien sea».