POR EVARISTO RUBENS
Hay consenso en el sector empresarial sobre la necesidad de que sea reformada la Ley 28-01, para que las empresas que se acojan a esa legislación paguen los impuestos al consumo, igual que las demás que operan en el país.

Sin embargo, los empresarios aceptan que a las empresas que se acojan a esa ley se les mantenga como incentivos que no paguen los impuestos de la comisión cambiaria y los bienes de capital, como maquinarias y equipos.

Asimismo, el Impuesto sobre la Renta, los aranceles, el 1.5 a las ventas ni los impuestos municipales.

Estas consideraciones fueron expuestas por el doctor David Toribio, coordinador de la “Oficina de Enlace entre el Senado y el Sector Empresarial”, y los empresarios Celso Marranzini, Manuel García Arévalo, Ignacio Méndez y Carlos Fernández, quienes participaron en el Encuentro Económico de HOY. 

Toribio explicó que en la modificación que se pretende hacerle a la Ley 28-01, sobre incentivo a las empresas que se instalen en la frontera, se estable que para que una mercancía sea considerada materia prima, debe mantener su condición como tal.

Agregó que no se van a considerar materias primas los de empaques, de embalajes y de moliendas de bienes.

Indicó que las asociaciones decidieron sugerir indexación de la partida arancelaria que a la que pasa el bien, luego de transformado, se le cobren los impuestos.

De su lado, Marranzini, ex presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privadas (CONEP), señaló que «proponemos que de los impuestos que se le cobren a las empresas que se establezcan en la zona fronteriza, un monto similar a esos gravámenes sea asignado en el Presupuesto para el desarrollo de la propia frontera».

Añadió que de esa manera va a quedar satisfecho el deseo del legislador que está preocupado por el desarrollo de sus comunidades y que el fruto de parte de esos impuestos que van a permitir que ese sector compita con el que no tenga esos beneficios, vaya al desarrollo de la zona.

Sobre la comisión cambiaria, Marranzini expresó que «nosotros, la visualizamos como algo prehistórico que en algún momento va a desaparecer para todos», por lo que entiende que no hay que preocuparse.

No obstante, dijo que esa comisión es una retranca para las exportaciones y representa un costo inmenso para los sectores productivos, en una época en que se está hablando de apertura de mercados.

Toribio expresó, además, que hay algo muy importante que se observó en la Ley 28-01, que es de preocupación del Estado y del sector empresarial: el uso indiscriminado de esa legislación para aprovechar y burlar el fisco.

Indicó que el director de Aduanas, Miguel Cocco, ha presentado denuncias en ese sentido y que la ley establece que en caso de que se demuestre que la empresa no importó las maquinarias y equipos para la actividad propia que fueron aprobados, serán considerados como contrabando.