Apoyemos a Sharon

Apoyemos a Sharon

UBI RIVAS
En esta ocasión, la comunidad internacional como si fuese una sola persona, está en el ineludible deber de apoyar al premier israelí Ariel Sharón en su decisión de evacuar a los colonos judíos en Gaza, previsto a realizarse el próximo agosto 15. Es «quizás la decisión más difícil de mi vida», expresó el denodado cultor de los extremismos pasmosos en su accionar frente a sus hermanos de padre, los palestinos, en su reciente visita a París, donde fue halagado por el presidente Jacques Chirac, y también alabado, por su decisión de evacuar Gaza.

Dice eso el premier Sharón sabedor de que el extremismo recalcitrante judío se ha opuesto tajantemente a la retirada de los colonos judíos de Gaza, para aplicar así un aliento a la marchita Hoja de Ruta, cosecha del presidente George Bush jr. de 2001, avalado por el Cuarteto de Madrid que integran USA, Unión Europea, ONU y Rusia.

El Cuarteto de Madrid aprieta sus hombros con el presidente Bush jr. para hacer realidad la Hoja de Ruta y así posibilitar la fundación del Estado Palestino, la decisión histórica más aplazada para crear un Estado que se conoce en los tiempos modernos, de lo cual ha sido responsabilidad primera de los gobernantes norteamericanos, a partir de la fundación del Estado de Israel en 1948, pero también de la tozudes de los palestinos, es menester reconocer.

Sharón, un hombre de decisiones abruptas y tremendistas, sabe que se juega la vida en aplicar la Hoja de Ruta, porque enfrenta la caverna política de su país, esa caverna que accionó el disparo de Yigal Amir contra el premier Yitzak Rabin, que precisamente propendía la fundación del Estado Palestino conforme a los Acuerdos de Oslo 1993.

Pero Sharón, que no es eterno, que frisa los 80 años, evidentemente piensa que no solamente ansía que la posteridad le recuerde no exclusivamente por las masacres horribles de Sabra y Chatila, sino también por haber posibilitado la paz en Palestina y detener la hemorragia pasmosa que conturba el ánimo de la comunidad internacional.

Para completar su plan de desconexión o retirada en Gaza, el premier Sharón ha exigido bien poco, y es la absoluta calma y posibilidad de retirada en paz de los colonos de Gaza, sin asedios, emboscadas, lanzamiento de cohetes Katiuska, porque «al enemigo que se retira o huye, puente de plata».

Esa mínima exigencia en un hombre de excesos apabullantes, debe ser cumplida, respetada, apoyada y aplaudida, porque entraña una prueba a la capacidad de Abu Mazen, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), de que es capaz de controlar las temeridades a veces absurdas y fuera de contexto de Hamas, que debe reflexionar en un alto al camino si la praxis señala que es preciso una pausa, o proseguir inmersos en la barbarie.

Hamas debe reflexionar en relación a la reciente deposición de las armas del proscrito y clandestino Ejército Republicano Irlandés (IRA, siglas en inglés), en Irlanda del Norte, clausurado así siete décadas de guerra terrorista de la comunidad católica contra la mayoría protestante irlandesa e inglesa, a cambio de abrazar el pendón de la concordia y la paz.

Es una prueba a nivel mundial que enfrenta Hamas y los periféricos movimientos armados extremistas, de desear la convivencia pacífica, y obtener con la evolución del tiempo que todo lo decide los reclamos muy justos de los palestinos a desarrollar su cotidianidad de Estado, trasegando voluntades con sus medios hermanos los judíos.

Ese es el anhelo de la comunidad internacional, de los que amamos la paz y la equidad, sin preferencias ni distingos, como a veces algunos han interpretado nuestra posición en referencia al doloroso conflicto de Palestina.

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