Apoyo diagnóstico y diagnóstico diferencial

Apoyo diagnóstico y diagnóstico diferencial

La velocidad de conducción nerviosa (NCVs), mide qué tan rápido un impulso eléctrico se mueve a través de un nervio y puede identificar daño nervioso. La electromiografía (EMG) mide la actividad eléctrica de los músculos.
Estos dos estudios suelen hacerse al mismo tiempo, ambos estudios ayudan a detectar la presencia, la ubicación y la extensión de enfermedades que dañan los nervios y los músculos.
Por lo general la electromiografía en el SGB resulta normal casi normal, la velocidad de conducción nerviosa resulta patológica, aunque estos dos procedimientos no son obligatorios para el diagnóstico debido a que las alteraciones observas suelen verse después de varias semanas del comienzo de la enfermedad, aunque son necesarios para sustentar factores pronósticos y diferenciar entre los diferentes subtipos de la enfermedad.
Resonancia magnética. Los estudios de resonancia magnética de cerebro y de la columna son importantes para aclarar dudas cuando el cuadro clínico es parecido a otra enfermedad, tales como lesiones en el tallo cerebral, lesiones que comprimen la médula espinal o las raíces nerviosas tales como las hernias discales, mielitis o lesiones que ocupan espacio en el cordón espinal. Los estudios de resonancia magnéticas y los estudios neurofisiológicos son de utilidad, pero vale la pena recalcar que apoyan el diagnóstico, pero por lo general, cuando se sospecha la enfermedad muy rara vez son indispensables para el diagnóstico, aunque si útiles para confrontar diagnósticos diferenciales.

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