Pekín/Shanghái. EFE. El gigante de telecomunicaciones Apple se vio obligado ayer a suspender el lanzamiento de su último modelo de teléfono inteligente, el iPhone 4S, en Pekín y Shanghái, debido a tumultos causados por revendedores y fans que hicieron cola durante horas para adquirir el aparato.
Carteles de no hay iPhone 4S se colgaron en las puertas de los 4 establecimientos de Apple en China (dos en Pekín y otros dos en Shanghái), que no llegó abrir ayer y fueron rodeados por cordones de seguridad y decenas de policías.
En Pekín, centenares de personas habían hecho cola desde primera hora de la madrugada a las puertas de la tienda Apple en el centro comercial de Sanlitun, al tiempo que vendedores ilegales se disponían a comercializar el nuevo teléfono inteligente de la empresa fundada por Steve Jobs y se registraron varios altercados al intentar la policía echar a los revendedores.
Según comentaron a Efe varios de los compradores que esperaban a las puertas de tienda, estos incidentes motivaron que el local decidiera no abrir a las 10:00 de la mañana, tal y como estaba previsto, y en su lugar se dispusiera un aparatoso dispositivo de cerca de un centenar de policías.
Mientras, en un comunicado, la firma estadounidense destacó que la demanda del modelo había sido increíble y que, pese a los problemas, los clientes interesados aún pueden comprarlo por internet o a través de la operadora telefónica China Unicom.
Sin embargo, algunos potenciales compradores siguieron rondando los alrededores de la tienda con la esperanza de que Apple cambiara de opinión.
Me quedaré a esperar un poco más a ver si abren quiero el iPhone 4S porque mi teléfono está ya viejo quiero probar algo nuevo, dijo la joven Liu Qi.