UBI RICAS
El mayor crédito en el primer año de gobierno del presidente Leonel Fernández es la confianza que hemos depositado en el joven gobernante la inmensa mayoría de sus conciudadanos externada el 16/05/04 con un porcentaje de 57% que no ha amainado en 365 días de ejecución gubernativa. El segundo crédito es haber obtenido la estabilidad del signo monetario norteamericano en menos de 30×1 frente al 54×1 que heredó del desastre administrativo del cuarto gobierno del PRD.

El tercer crédito es haber mantenido también la estabilidad de la macroeconomía, no obstante la pérdida de 14 mil empleos de zonas francas de Santiago de los Caballeros, La Vega y Espaillat en enero-julio 05, pero bien se conoce que al empuje avasallador de la manufactura Made in Pekín se debe, y no a expresos factores internos.

El cuarto crédito es el fortalecimiento del aparato productivo agropecuario con un crecimiento de algunos renglones como bananos, aguacate, melones, con el planeamiento correcto, proveniente del sector privado del titular de la SEA ingeniero agrónomo Amílcar Romero, y la infraestructura condigna extensiva a los sistemas de reguío que impulsa el INDRHI con la experiencia oronda del ingeniero Frank Rodríguez.

La mortificación de los injustificados prolongados cortes de electricidad, el auge criminoso y del narcotráfico, la irrupción de pandillas barriales al parecer incontrolables –¡ay, qué malapalabra de un pretérito lúgubre reciente!–, la reincidente práctica de lo indebido por la inmensa mayoría de los dominicanos concerniente a vulnerar leyes y buenas costumbres y, por sobre todo, cero castigo a la corrupción, son los flancos vulnerables que con una sola palabra: decisión y/o voluntad política, se corrigen bien y pronto.

La canasta familiar pendula entre los reducidos precios a nivel de finca y la grosera especulación de los intermediarios y sobre todo, los genocidas colmaditos de las esquinas que abultan tan tranquila como peligrosamente los comestibles esenciales de la mesa diaria dominicana.

La inexorable vigencia del CAFTA-USA que inicia en 01-01-06 y del cual fue imposible evadirnos por el peso aplastante de decisión de la superpotencia unilateral que conduce el destino de la humanidad de hoy y que de todas maneras, fuera de él bien poco es lo que pudiéramos lograr, no obstante las ponencias muy comprensibles y atinentes del eximio productor y consultor avícola doctor Enriquillo Rivas Saviñón, mi querido primo, es una opción obligatoria para invitarnos a adecuarnos, disciplinarnos, consensuarnos, o perecer en el alboroto de las disquiciones que no conducen a ninguna parte.

La búsqueda y más que esto, concretización de alternativas energéticas en el etanol, paneles solares y molinos eólicos en términos mediáticos y producción de energía hidráulica, a un plazo más amplio, son urgencias, apremios, retos del país, no de Leonel Fernández, que solo bien poco puede, inclusive accesar al poder, en dos chances.

La talentosa reportera de Diario Libre, Inés Aizpún, vierte en la edición del 29 de agosto último un poema de autogestión comunitaria en Los Martínez, en San José de Ocoa, que nuestro talentoso gobernante debiera tratar de multiplicar en indistintos puntos del país, aprovechando el reservoir de iniciativas que fluyen de Luis Acosta Moreta, Luis El Gallo, en la taumaturgia de concretizar muchas cosas con magros recursos, como lo hace en la ODC, para orgullo íntimo de quienes le queremos y admiramos.

¡Que se multipliquen autogestiones luminosas como en Los Martínez y que el país viva a Leonel Fernández para prez suya, del PLD, la democracia y el terruño adorado, por siempre!