Si usted es de las personas que se excede en el comer y beber durante las épocas festivas y luego sufre de trastornos digestivos, esta información le va a interesar. Es común que muchas personas que sufren de trastornos digestivos sientan que el malestar se intensifique durante las épocas festivas o las de asueto.
Las razones son muy variadas, pero las principales se asocian con cambios en los hábitos alimenticios, en el estado de ánimo, excesos en el comer y beber, tipos de alimentos y uno de los principales males de nuestros tiempos el estrés.
Para el doctor Herbert Burgos, Gastroenterólogo, todos estos factores producen intensos cambios en momentos cortos de la vida diaria, lo que ocasiona que el aparato digestivo no logre adaptarse en ocasiones. Si a esto se le suma el hecho de que la persona sufra previamente de trastornos digestivos, es usual que estos malestares se agraven con las modificaciones realizadas durante períodos vacacionales así como en fechas de celebración.
Dentro de los trastornos múltiples que se presentan, están los que se conocen como altos y bajos. Los trastornos altos se refieren a los trastornos del esófago hasta el intestino delgado, como por ejemplo esofagitis, espasmo esofágico, reflujo gastroesofágico, crisis de asma inducida por el reflujo, dolor en el tórax que simula el dolor del infarto agudo del corazón, gastritis manifestada por ardor, dolor epigástrico (boca del estómago), sangrado digestivo por úlceras o gastritis severas, vómitos por intoxicación alimentaria, entre otros.
Los trastornos bajos son los que se refieren al intestino grueso: enterocolitis aguda, constipación aguda, sangrado rectal, cuadros hemorroidales y diverticulitis.
[b]REFLUJO GASTROESOFÁGICO[/b]
En los denominados trastornos altos, está el reflujo gastroesofágico el cual es un trastorno digestivo causado por el ácido gástrico que sube desde el estómago al esófago. La palabra reflujo hace referencia a subir o regresar. Normalmente se debe a problemas con el músculo del esfínter que conecta el estómago al esófago. Si el músculo del esfínter es débil o se relaja en forma anormal no puede prevenir el reflujo hacia el estómago.
Algunos de los síntomas más comunes del reflujo son acidez, dificultad o dolor al tragar, sabor amargo en la boca y dolor en el pecho.
[b]Palabra clave[/b]
– Es un hecho que a lo largo del año encontramos épocas especiales en las cuales se incrementa el comer y beber, sin embargo hay una palabra que se debe tener siempre presente: la moderación.
– Adicionalmente y según lo indica el doctor Burgos es conveniente:
– Evitar los excesos de condimentos y grasas.
– No consumir licor preferiblemente.
– Evitar cambios en los horarios de la alimentación.
– Evitar comer y acostarse de inmediato.
– Consumir alimentos bien preparados, frescos y bien conservados.
– Tomar suficiente agua.
– No omitir los períodos de defecación.