Aprenda a lidiar con gente difícil

Aprenda a lidiar con gente difícil

El comportamiento de las personas recibe la influencia de lo que sucede a su alrededor, especialmente en los momentos en que se encuentran bajo presión. Se debe aprender a detectar esos malos momentos.

Es de gran utilidad conocer cómo se comportan normalmente las personas y aprender cuál es la diferencia entre su estado normal y cuando tienen conductas negativas.

Vea también cuándo y cómo puede manejar estas respuestas. En ocasiones es inútil tratar de discutir con estas personas sobre temas que causan su mal humor.

En general, aparecen estos comportamientos cuando se sienten inseguros; es preferible evitar un enfrentamiento mayor. Discuta con ellos cuando estén más tranquilos. Busque otra ocasión para acabar la discusión.

[b]En el trabajo[/b]

Si en su equipo de trabajo tiene a una de estas personas difíciles, trate de incluir a una persona con quien tenga generalmente reacciones positivas y que le ayude a comunicarse mejor. Esto da una mayor tranquilidad tanto al negativo como al resto del grupo.

Elimine aspectos negativos de su personalidad.

Cuando la persona difícil es uno mismo, hay maneras de modificar esta conducta.

Reconozca sus mecanismos de defensa; si se dan en momentos de estrés, en cualquier momento o con ciertas personas.

Piense que en ciertas ocasiones NO le atacan, por lo que es innecesario que reaccione así.

Aprenda a escuchar a los demás con tranquilidad y evite reaccionar de manera negativa. Pida que le replanteen las preguntas, comentarios o sugerencias.

Confirme la información al repetir lo que le dicen y según lo que piensan que le dicen.

Tómese su tiempo para pensar en respuestas, sugerencias o preguntas adicionales antes de reaccionar apresuradamente.

Considere que otros tienen ideas buenas sobre su trabajo, por lo que son válidas.

Cuando en el trabajo, la escuela o el círculo social se encuentra con estas personas, hay opciones: enfrentarlas y saber manejarlas o simple y llanamente huir de ellas.

[b]IDENTIFIQUELOS[/b]

Como en una sociedad es difícil escapar al encuentro de personas difíciles, es mejor saber qué hacer al toparse con ellas.

[b]El quejoso[/b]

Cómo se comporta: Hace comentarios constantes sobre la salud y el trabajo tan duro que realiza. Lejos de dar ánimo, provoca miedo y depresión.

Cómo manejarlo: En cuanto se acerque, intente introducir temas positivos. Cuando comience a conversar sobre lo mal que van las cosas, cambie para otro más constructivo. Si insiste, discúlpese y busque una excusa para irse.

[b]El conformista[/b]

Cómo se comporta: Busca la aprobación de los demás para lograrlo. Está de acuerdo en todo y no se opone a sugerencias. Sin embargo, cuando se trata de hacer las cosas, literalmente desaparece. Siempre están sonrientes y prometen más de lo que en realidad están dispuestos a dar.

Cómo manejarlo: Si dice que tendrá el trabajo rápido, espere que se lo entregue después; encargue las cosas con anticipación y espere la entrega para una fecha posterior. Permítales sentir confianza para decir la verdad, pues al sentir inseguridad prefieren decir lo que los demás quieren escuchar.

[b]El intimidador[/b]

Cómo se comporta: Usa varias técnicas para amenazar, como el miedo, la ira, la negatividad, un determinado lenguaje corporal, o expresión facial o tono de voz. Detrás de una máscara de fuerza se esconde una persona temerosa. Estudia sus reacciones para saber qué le causa miedo.

Cómo manejarlo: Mírele directo a los ojos y enfréntelo con seguridad aunque sólo sea en apariencia. Con esa expresión y un tono de voz que demuestre que no le teme, le indica que es difícil intimidarlo y no soportará este comportamiento. Evite las preguntas que tienen como fin conocer las zonas débiles, tanto en el trabajo, la familia, las finanzas o las amistades, pues usará esa información en su contra.

[b]El sensible[/b]

Cómo se comporta: Es tan sensible que resulta imposible hacerle un comentario sin que lo tome como ataque personal. Sin embargo, le agrada sentirse ofendido, pues así llama la atención de los demás.

Cómo manejarlo: Ignore estas reacciones. No importa el comentario que haga, siempre va a sentirse ofendido. Ante esta actitud es mejor observarlo.

[b]El sabelotodo[/b]

Cómo se comporta: Cree saber todo de cualquier tema. Su opinión es la mejor y no hay quien haga tan bien el trabajo. De acuerdo con este punto de vista, todos tienen defectos excepto él. Por eso se niega a escuchar a los demás.

Cómo manejarlo: Cuando tenga opiniones acerca de lo que hace, use frases que le indiquen que está de acuerdo con su opinión. Después aclare por qué hace las cosas de una manera diferente. Busque su opinión para adularlo y tenerlo de su parte en el futuro. Es inútil tenerlo de enemigo.

[b]El chismoso[/b]

Cómo se comporta: Utiliza rumores y comentarios maliciosos para arruinar la vida de los demás, mientras se ve como persona recta y sin problemas.

Cómo manejarlo: Si dice habladurías confróntelo en público pero con mucho tacto. Es necesario que sea públicamente porque así los demás tendrán la oportunidad de escuchar la verdad: siempre con amabilidad, que es la manera más efectiva de avergonzarlos.

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