A diferencia de la piel de otras partes del cuerpo, la de los labios es una piel desigual, ya que su espesor aumenta del interior del labio hacia el borde de éste.

Además, la piel de los labios no tiene glándulas sebáceas, glándulas sudoríparas, ni folículos pilosos, que sí están en el resto de la piel.

¿Por qué son los labios tan susceptibles a resecarse y cuartearse?.  La sequedad de los labios suele ser consecuencia de la pérdida de humedad, exacerbada por los efectos del viento, el frío y la baja humedad ambiental.

Como la piel de los labios es más delgada que el resto de la piel del cuerpo, los labios reaccionan con mayor rapidez bajo la acción de los elementos.

Al aplicarse un producto humectante, como los bálsamos labiales, retarda la pérdida de humedad y la irritación subsiguiente.

Además, aumenta la resistencia contra futuras irritaciones.

¿Son los labios vulnerables a los daños ambientales?

Sí, los labios resisten los efectos nocivos de numerosos agentes externos, como el viento, el sol y las toxinas ambientales, porque su barrera húmeda protectora es muy débil.

La piel de los labios, además, posee muy poca melanina, de modo que los labios corren mayor riesgo de sufrir por la luz ultravioleta.

¿Son iguales los labios de hombres y mujeres?.   En contra de lo que ocurre con la piel facial y la del resto del cuerpo, no hay diferencia entre la piel labial de hombres y mujeres.

Ellos y ellas poseen la misma piel delgada y desigual.

Los labios de las mujeres, sin embargo, suelen resistir mejor la acción nociva de agentes externos, ya que el lápiz labial les ofrece mayor protección.

¿Puede el bálsamo labial proteger los labios contra futuros daños?

Si se aplica con regularidad, el bálsamo labial puede crear una barrera húmeda que protege los labios contra la sequedad que causan el viento, la irritación y el calor excesivo.

Así que tome tiempo para cuidar sus labios, tal como lo hace para cuidar su rostro y cuerpo.

La información es proporcionada por el doctor David Orentreich, dermatólogo asesor de Clinique.

Los labios son muy sensibles a la acción solar, a ciertos alimentos y al frío extremo, por ello hay que usar cremas o filtros solares. Para mantener los labios sanos y bien cuidados. Puedes mojarlos en té de caléndula; Si la causa no es alérgica, untarlos con aceite de oliva, manteca, miel con agua de rosas o lanolina.

Hidrátalos naturalmente con la grasa facial que aparece al despertar, bebe agua en abundancia.