Aprende por qué aprender a divertirte repercute en tu salud

Aprende por qué aprender a divertirte repercute en tu salud

¿Quién diría que sacar un poco de tiempo todos los días te ayudaría a fortalecer tu sistema inmunológico, a mejorar patologías existentes e inclusive prevenir muchas otras? Así como lees, divertirte suma beneficios a tu salud y a la de tu familia, así que si crees que te queda un poquito de ese “niño” de hace unos años, sácalo, auméntalo y ponlo en práctica, pues te servirá de terapia preventiva.

Practicar un deporte siempre es beneficioso para cualquier persona, ya que es un medio de relajación. Pero en la etapa infantil, las actividades deportivas tienen especial importancia. El deporte resulta decisivo para el desarrollo del niño, tanto en aspectos físicos como psicológicos, para su vida futura. No es sólo diversión, también es salud, porque permite encuentros relajados, tolerantes y maduros entre la familia y amigos.

Mientras los niños juegan, comienzan a desarrollar destrezas físicas, a sociabilizar y a aprender, esto favorecerá su autoestima, su autonomía y la seguridad en sí mismo.

Hablemos ahora como con la práctica divertida de un buen deporte, disciplina y hasta juego puedes contribuir con la recuperación de distintas enfermedades e inclusive a prevenirlas. Presta atención  si tienes colesterol, diabetes, ansiedad o sobrepeso, pues a  cada problema le tenemos una actividad física.

Tener un problema de salud no es obstáculo para hacer deporte, el ejercicio puede incluso ayudarte a superarlo y, desde luego, a prevenirlo. Una experta nos orienta sobre la actividad física que más nos conviene en cada caso.

El deporte se ha convertido en un gran aliado para la salud.  Tanto, que las autoridades sanitarias de los países más avanzados intentan incorporarlo a los hábitos de vida de sus ciudadanos como medida para prevenir problemas de salud y reducir los costes sanitarios derivados del sedentarismo. Pero, ¿es compatible la enfermedad con el ejercicio físico? ¿En qué casos estaría contraindicado?

Según Raquel Prieto, experta en deporte, “todo depende de la patología de la que estemos hablando”. Según esta fisioterapeuta, “es compatible en los casos que los que el paciente pueda y no suponga un riesgo de empeoramiento, siempre hay que consultar con el médico”. Para esta experta, estar enfermo no significa estar parado, “pero siempre hay que saber hasta dónde llegar”. Como contraindicaciones absolutas a la práctica de ejercicio.

Todas aquellas enfermedades que requieren reposo absoluto (politraumatizados, enfermedades infecciosas graves, enfermos postoperados, cardiopatías severas, amenazas de aborto, etc.).

Hechas estas excepciones, la experta nos orienta sobre la actividad física que más nos conviene en el caso de padecer alguno de los siguientes problemas de salud.

Diabetes

“En este caso, realizar una actividad deportiva regular es muy importante para el mantenimiento de unos niveles de glucemia aceptables,

La clave

Asma, problemas respiratorios

“En principio hay que tener en cuenta que no todas las patologías respiratorias son iguales y que todo depende del estadio de la enfermedad en cada paciente”, dice Raquel Prieto. “En las personas asmáticas y en enfermedades obstructivas es importante tener en cuenta medidas de seguridad como: tener sus aerosoles a mano, una buena hidratación y evitar ambientes secos o que puedan resultar irritantes, entre otras”.

Según la experta, cualquier ejercicio de intensidad controlada podría estar indicado siempre y cuando se respeten las medidas de seguridad y se realice de manera moderada y controlada. “Recomendables son ejercicios como el yoga, tai chi, pilates, marcha, bici suave, potenciación muscular en sala, natación o aquaeróbic”.

Se pueden practicar deportes de equipo, como equitación o golf, ya que el ejercicio ayuda a consumir la glucosa circulante en sangre y con ello podemos controlar en parte su subida”, explica Raquel. “Es importante que el diabético sea consciente de sus limitaciones o riesgos a la hora de hacer deporte y tome precauciones para prevenir posibles hipoglucemias durante el ejercicio”, subraya. “Hay deportes de relativo riesgo que deben ser practicados extremando las medidas de seguridad, por ejemplo la escalada o los deportes de aventura (rafting, kaitsurf, etc.); respecto al buceo, no se recomienda su práctica por el alto riesgo que supondría un accidente en el medio submarino”, afirma.

Patologías cardíacas

Los especialistas recomiendan realizar ejercicios de intensidad moderada a media. “El ideal es caminar y, si es posible, con una ligera pendiente; también la bici puede ser un buen deporte, pero siempre controlando la intensidad y sensación de esfuerzo, si es posible, utilizando pulsómetro”, afirma. “Otros ejercicios, como máquinas elípticas, pilates o yoga también son recomendables”.

Hipercolesterolemia o colesterol alto

“En este caso, cualquier deporte está indicado”, dice Raquel Prieto. “Se ha demostrado que el ejercicio físico influye directamente en el aumento del colesterol ‘bueno’ y la disminución de las cifras de colesterol ‘malo’”. La experta recomienda, entre otras actividades, caminar a ritmo rápido y/o en pendiente, hacer bici, nadar e incluso correr. “En este caso es fundamental seguir una dieta para controlar mejor los niveles de colesterol”, apunta.

Sobrepeso y problemas de espalda

Según la experta, para el sobrepeso “cualquier ejercicio es beneficioso, pues con él se aumenta el metabolismo y el consumo calórico, es decir, se consume más energía y eso, acompañado de una dieta adecuada, ayuda a controlar mejor el peso”. “Lo ideal es el ejercicio aeróbico de intensidad moderada. “ Igual el Pilates, que trabaja la espalda es muy beneficiosa para personas afectadas”.

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