Aprender a hacer bien las cosas, el primer requisito para competir

Aprender a hacer bien las cosas, el primer requisito para competir

Ya no hay tiempo. El tiempo se acabó. Las protecciones arancelarias han comenzado a caer dejando a los  dominicanos cada vez más expuestos al riesgo de  perder parte de su mercado local, de que muchas empresas nacionales terminen desapareciendo, de no poder competir en el propio territorio con empresas organizadas que incursionan en  base a altos estándares de calidad.

 Los acuerdos comerciales en los que se ha comprometido el país, tan proactivamente que es de los pocos del mudo que ya tiene acceso a los consumidores norteamericanos y europeos, implican oportunidades y riesgos. Pero, ¿está República Dominicana preparada para aprovechar estas oportunidades?

Julio Santana, titular  de la Dirección General de Normas y Sistemas de Calidad, (DIGENOR) considera que no. Al funcionario le preocupa grandemente que aún queda “un largo camino por recorrer y  tenemos que emprenderlo de inmediato. Sin pérdida de tiempo”.

Problema de la calidad
Los mercados destino son extremadamente exigentes con este asunto, sobre todo por el tema del terrorismo. Los productos que llegan, por ejemplo a Estados Unidos, deben cumplir con  estándares y requisitos que son celosamente vigilados por casi una decena de agencias federales. RD aún no ha superado la prueba.

Un informe de la FDA o Food and Drug Administration (Administración de Drogas y Alimentos, por sus siglas en inglés) deja mal parado al país, cuando reporta que de Centroamérica, fue el  que tuvo la mayor cantidad de rechazos durante el período enero – diciembre 2007, 561 furgones en total.

En el mes de mayo se registró la mayor cantidad de devoluciones, un total de 226 furgones. La causa principal de los rechazos fue el uso de pesticidas prohibidos.

El informe correspondiente al período enero-mayo 2008 de esta agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, suplementos alimenticios, medicamentos, cosméticos, aparatos médicos,  entre otros, da cuenta de que en ese período RD tuvo un total de 43 devoluciones.

La FDA, encargada de velar por  la seguridad de los consumidores norteamericanos y la efectividad de las drogas comercializadas, indica que el 84.49% de  los  furgones con mercancías dominicanas que fueron devueltos en el 2007, tenían artículos que parecían estar adulterados al contener residuos de  pesticida.

La segunda causa principal, 2.96%, fue porque los productos contenían  una droga nueva y su uso no está aprobado.

En menor grado, otras causas fueron colorantes inseguros (1.92%), no uso del idioma ingles (1.05%), productos pocos higiénicos (1.22%), y otras  no especificadas (2.09%).

Este alto indicador de mercancía dominicana devuelta de los Estados Unidos presenta una tendencia a su disminución.

Para el período enero-mayo del 2008, la FDA reportó que de  Centroamérica, Guatemala fue el país que tuvo la mayor cantidad de rechazos, 135 furgones en total.  La República Dominicana ha mejorado con respecto a las devoluciones en este mismo período del año anterior, ya que solo han sido devueltos 43 furgones en este periodo.

Antídoto
De acuerdo a informaciones ofrecidas por la unidad de Comunicación del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD), entre las medidas que fueron adoptadas para evitar la devolución de furgones se encuentran visitas a puertos norteamericanos, con el objetivo de ver cómo funciona las actividades cuando reciben los furgones de RD.

Asimismo, entrenamiento a los exportadores dominicanos en actividades propias de empaque y embalajes hacia Estados Unidos; acciones de alineamiento con la Secretaría de Agricultura para la elaboración de reportes conjuntos sobre la exportación de productos agrícolas hacia esta y otras naciones.

Además, el CEI-RD ha realizado cursos a los exportadores sobre el sistema de embalajes de empaques y control fitosanitarios, y de cómo manejar los productos que conllevan empaques especiales, los cuales deben ser introducidos individualmente a EEUU. El Consejo Nacional de Competitividad ha apoyado al DIGENOR en el proceso para la creación de un Sistema Nacional de Calidad.

Este esquema establece el diseño de una estrategia para guiar los esfuerzos del Gobierno y de las entidades privadas envueltas en fortalecer la infraestructura nacional de calidad.

Acceso
El éxito en la incursión de los mercados globales, tiene que ver con competitividad, tecnología, aprendizaje tecnológico, innovación,  permanencia en los mercados locales, salud, gestión de la inocuidad alimentaria, higiene, ordenamientos. El director de Digenor explica que no se puede ser competitivo sin esto.

Santana considera que este país cuenta con un enorme potencial. Sin embargo, considera que para mejorar la calidad hay que lograr un cambio de mentalidad en la población.

Señala que RD presenta una conducta anticalidad nacional, sencillamente demostrable en el comportamiento caótico del tránsito y la gran cantidad de basura en las calles. 

“Es una mentalidad que se ha arraigado, sumamente nociva, contraria al desarrollo y a una organización medianamente aceptable”.

Este análisis lo lleva a una  recurrente conclusión: hay que educar. “Es necesario  que se invierta en enseñarle a la gente el beneficio de la calidad. La calidad nos beneficia a todos, a la sociedad, a los empresarios, consumidores, gobierno, a la competitividad. Hacer las cosas bien en base a requisitos normativos nos beneficia a todos.

Estrategia nacional en construcción

A partir del planteamiento básico de que es bien difícil competir sin calidad, y de que no sólo basta decir que se es bueno, si no que también hay que demostrarlo en un lenguaje reconocido  globalmente, el país se ha abocado a la construcción y puesta en marcha de su Sistema Nacional de Calidad.

Este proyecto emprendido con recursos del Fondo de Competitividad, con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) parte de  la realización de estudios de oferta y demanda, el fortalecimiento de la DIGENOR y el establecimiento de una Autoridad Nacional de Acreditación.

Según explica Julio Santana, titular  de la Dirección General de Normas y Sistemas de Calidad (DIGENOR) esta es una infraestructura que debe estar reconocida por  todas estas entidades supranacionales de la  institucionalidad internacional y sirve a una cadena productiva que inlcluye metrología, pruebas y ensayo, certificación, normalización y acreditación.

Esta iniciativa en forma de Proyecto de Ley ha sido sometida al Congreso Nacional por Digenor, el Consejo Nacional de Competitividad y la Secretaría de Industria y Comercio. En su espíritu busca establecer una estructura de calidad y tener un organismo de normalización técnica de clase mundial. Esto, dice Santana, constituye  una revolución institucional en materia de calidad. “Pondrá fin a un sistema fragmentado de duplicaciones de funciones, mucha ineficiencia y derroche de dinero”.