Aprender a vivir un duelo, proceso necesario tras perder un ser querido

Aprender a vivir un duelo, proceso necesario tras perder un ser querido

Foto, archivo

A partir de la muerte de un ser amado, comienza otro camino por recorrer: el duelo. Cada persona lo acepta de una manera, siendo este proceso personal e intransferible. ¿Cómo superarlo? Haciéndote una idea clara de que la vida sigue…
Según Mayra Perera, psicóloga especialista en duelo, en el proceso de duelo se dan unos sentimientos de tanta intensidad que puede llegar a convertirse en un estado de ánimo preocupante, si no se cuenta con el apoyo adecuado.
“Como acontecimiento vital estresante ante la pérdida y separación total e irreversible de alguien o algo significativo, el duelo trae consigo una oleada de preguntas incontestables, de emociones incontenibles, muchas veces avasallante por los pocos recursos con lo que contamos para dar respuesta al mismo”, comenta Perera.
Así mismo advierte que quizás muchas de estas reacciones se deben a la poca conciencia que tenemos algunos seres humanos de la no permanencia, de esa cultura de no hablar de nuestra única actividad segura después de haber nacido: morir.
Radiografía del duelo. Mayra Perera ha identificado algunas de las características propias de esta etapa natural de la vida:
1. Es un proceso: La persona que lo sufre tiene en su inicio la sensación de estar paralizada, si hace el trabajo del duelo, hay evolución en el tiempo y espacio.
2. Es normal: frente a una pérdida significativa hay un proceso normal de duelo; lo que cambia es la forma de afrontarlo, se manifiestan conductas y pensamientos diferentes, pero siempre en reacción a la muerte de un ser querido.
3. Dinámico: no siempre la persona permanece en un estado de bienestar o de malestar, hay olas que permanecen por un tiempo.
4. Depende del reconocimiento social: hay un impacto individual y otro colectivo a la muerte de una persona. Por tanto el deudo inicia un proceso individual pero también colectivo.
5. Íntimo: la manera de reaccionar ante una pérdida es individual y responderá como ha aprendido que puede hacerlo.
La especialista dice que alrededor del duelo existen creencias erróneas, entre las más comunes, está: “el tiempo lo cura todo” , verdaderamente no es así, el duelo no se vive de forma lineal donde el tiempo se hará cargo del dolor, se vive como una ola de bienestar y malestar, por tanto, adaptarse a lo ocurrido es un proceso que conlleva un trabajo activo de cuatro pasos: aceptar la realidad, darle paso al dolor, convivir en el espacio de lo perdido y, finalmente, redirigir las energías hacia otra persona o proyecto de vida.

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