Pasos que se da en el ámbito judicial son de gran trascendencia para RD

El apresamiento y sometimiento a la justicia del exprocurador general de la República Jean Alain Rodríguez, implicado en presuntos actos de corrupción junto a varios servidores de su gestión, constituye un alerta que induce a pensar que la escalada contra los funcionarios considerados corruptos en el pasado Gobierno, puede llegar a niveles más elevados del quehacer político nacional.

Esa presunción explica el alboroto que se armó a lo interno del PLD, entidad que, en ocasiones anteriores, había guardado silencio o mucha discreción cuando fueron apresados y sometidos a la Justicia varios funcionarios del pasado Gobierno peledeísta, incluyendo 2 hermanos del expresidente Danilo Medina, y se investigan dos de su esposa Cándida Montilla.

Los pasos que se están dando en el ámbito judicial son de gran trascendencia para el presente y futuro de un país que desde su fundación, ha estado en manos de gobernantes corruptos, salvo honrosas excepciones, que han manejado la administración pública como feudos personales o botín a saquear en beneficio propio, de sus seguidores y familiares.

Para bien del país y la democracia que vivimos, el Gobierno de Luis Abinader se encamina al adecentamiento de la gestión pública, dando luz verde al equipo de la Procuraduría General de la República que presiden los magistrados Miriam Germán Brito, Yeni Berenice Reynoso y Wilson Camacho, para que actúen libremente contra quienes desde dentro y fuera del Gobierno se apoderaron ilícitamente de cuantiosos recursos del Estado.

Este esfuerzo debe ser apoyado firmemente, por quienes soñamos con un país en el que se premie y reconozca el trabajo digno y honrado y se condene a los delincuentes de cuello blanco y corbatas.