Apresan cubanos acusados de fraude

Apresan cubanos acusados de fraude

Agentes estadounidenses del Buró Federal de Investigaciones de los Estados Unidos (FBI), fiscales y agentes policiales dominicanos, apresaron ayer a seis cubanos que eran perseguidos por su alegada participación en un fraude de US$20 millones contra el Medicare, el programa estatal de salud de los Estados Unidos.

Los detenidos que se habían radicado en el país son Rubén Martínez, Edith Martínez, Adriana Ramos, Daniel Ramos, Daniel Martínez y Giraldy González.

El grupo, según el FBI, estableció al menos doce empresas de equipos médicos para dar servicios a pacientes del Medicare desde 1999 a la fecha y abrió en la República Dominicana cuentas en ocho bancos e instituciones financieras. El FBI pidió que esas cuentas sean embargadas.

El grupo fue apresado ayer en la mañana en distintos puntos del país con la participación de fiscales y un agente del FBI, cuyo nombre no se precisó.

Las autoridades estadounidenses solicitaron, además, asistencia para ubicar cualquier bien inmueble o artículos de valor de los detenidos para regresarlos junto con ellos a los Estados Unidos.

La estafa radica en que los supuestos beneficiarios de los equipos nunca los recibieron ni tampoco lo requerían.

Los detenidos están incluidos en una carta rogatoria internacional remitida por el tribunal del distrito sur de La Florida dirigida a los tribunales de la República Dominicana.

El Medicare es un sistema de servicios médicos estatal, que ofrece beneficios a individuos que califican, incluidas personas mayores de edad.

Los integrantes de la banda son acusados de violar las leyes penales de los Estados Unidos al organizar y dirigir un esquema fraudulento de facturación.

La carta rogatoria indica que las empresas controladas por Rubén Martínez Ramos facturaron y recibieron equipos ortóticos personalizados y demás materiales, como oxígeno y medicamentos para incontinencia destinados a falsos beneficiarios de Medicare.

Se específica que a los propietarios ficticios se les pagó un salario a cambio de listarlos como el propietario de las empresas Equipos Médicos Durables (DME).

Por orden de los acusados, los propietarios ficticios abrieron cuentas bancarias en el país y firmaron todos los cheques de las cuentas dejando en blanco las secciones portador, importe y memo del cheque.

De hecho, los acusados eran los propietarios reales de estas cuentas bancarias y utilizaron éstas para depositar y, de ahí adelante, lavar el dinero obtenido de manera fraudulenta.

Sostienen que desde 1999 a la fecha, los acusados obtuvieron de manera fraudulenta copias de las tarjetas de identidad de pacientes del Medicare, falsificaron recetas y crearon certificados falsos de necesidad médica, todo lo cual resulta esencial para la presentación de formularios de cuidados.

El procurador general Víctor Céspedes Martínez rehusó ofrecer detalles de las operaciones con el FBI que dieron con la captura de los cubanos acusados de estafa.

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