TEGUCIGALPA (AFP).- Decenas de pandilleros juveniles fueron detenidos este martes en Honduras en operativos policiales encabezados por el presidente Ricardo Maduro, quien teme que las llamadas maras estén recibiendo financiamiento de Al Qaida, pero nada ha demostrado un vínculo con la red terrorista.
«Ha habido bastantes capturas», dijo el ministro de Seguridad Oscar Alvarez quien acompañó al presidente en la colonia La Campaña, al norte de Tegucigalpa, en donde se realizó un procedimiento policial, un día después que informes de prensa hablaran de supuestos nexos entre las pandillas y «terroristas» de Medio Oriente.
Maduro dijo que las autoridades encontraron apoyo entre los pobladores.
«Ellos sienten que ya hay seguridad, yo vine a la Campaña y una tortillera me decía: presidente, aquí no se puede vivir, aquí la mara controla el barrio, aquí cuando capturan a un marero (…) el día siguiente sale libre a vengarse de los que lo denunciaron», afirmó Maduro.
Sin embargo, Maduro se declaró preocupado porque los miembros de las pandillas o maras que siguen operando tendrían armas suministradas por el narcotráfico y organizaciones terroristas del Medio Oriente.
«Me preocupa mucho, ha habido denuncias de que (las pandillas) ya tienen armamento más sofisticado, se denunció en su momento que tenían apoyo del narcotráfico y ahora, inclusive, algunas personas piensan que puede haber vínculos con el terrorismo internacional», explicó el mandatario.
«No vamos a permitir que hayan vínculos entre grupos de terrorismo y narcotráfico internacional con el crimen que afecta, principalmente a los pobres, como son los mareros», subrayó el presidente.
Según un informe del diario El Heraldo del lunes, un experto que hasta hace poco era miembro del FBI, Armando Lara, dijo haber escuchado que presuntos terroristas islámicos de Al Qaeda financiaron una «cumbre de pandilleros» celebrada en San Pedro Sula, 240 kms al norte de Tegucigalpa.
«Nosotros habíamos detectado que había supuestas acciones del terrorismo internacional para financiar una cumbre de mareros y pandilleros. Nosotros fuimos tan efectivos que logramos desbaratar esa reunión (…) pero sí parece que se movieron hacia otro país», aseguró el ministro hondureño de seguridad.
Maduro manifestó que dio instrucciones a todos los operadores de justicia «para determinar si es cierto que hay financiamiento internacional» para las maras.
Según Maduro, la actividad de las pandillas o maras disminuyó en un 60% en Honduras a raíz de las operaciones emprendidas por su gobierno.
Las operaciones se iniciaron desde el mismo inicio del Gobierno de Maduro, en enero de 2002, pero en agosto de 2003 entró en vigencia una ley que sanciona hasta con doce años de cárcel a los miembros de las pandillas por «asociación ilícita».
El gobierno estima que más de 1.500 miembros de la Mara Salvatrucha (MS) y la Mara 18 (M-18) están presos a raíz de esa ofensiva.
La unidad de pandillas del ministerio de Seguridad estima que unos 34.000 jóvenes integran las dos organizaciones, pero un informe del Congreso de 2001 aseguró que son unos 100.000, porque incluye jóvenes simpatizantes y colaboradores de las dos organizaciones.