DUBÁI. AFP.  Las autoridades yemeníes detuvieron ayer  a una mujer sospechosa de haber enviado los paquetes bomba con destino a Estados Unidos que habrían podido estallar en pleno vuelo si no hubieran sido interceptados en los aeropuertos de Dubái y Gran Bretaña.

«Las fuerzas de seguridad yemeníes arrestaron a una mujer sospechosa de haber enviado dos paquetes con bombas», anunció el ministerio de Defensa yemení.

Según un responsable de los servicios de seguridad, esta mujer, detenida con su madre, es «una estudiante en medicina de la Universidad de Saná».  Los servicios de seguridad yemeníes encontraron su número de teléfono móvil en los papeles de envío de los paquetes.  El jefe de la policía de Dubái, el general Dahi Jalfan, aseguró que el paquete interceptado en el aeropuerto internacional de Dubái «habría podido estallar» en el avión. La policía asegura haber encontrado una mezcla de pentrita y de plomo, un explosivo muy potente, oculto en una impresora.  «El artefacto fue preparado de forma profesional y dotado de un circuito eléctrico conectado a una tarjeta de teléfono móvil escondida en la impresora», según la policía, que ve en ello un método «característico» de grupos como Al Qaida para cometer atentados.  El otro paquete, hallado en un avión de carga de la compañía  UPS en el aeropuerto de East Midlands,  debía estallar a bordo del avión con destino a EU, declaró  el primer ministro británico, David Cameron.

Contra gays y lesbianas

Una sinagoga dedicada a servir a la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero) en Chicago (EE.UU.) era uno de los destinatarios de los dos paquetes con explosivos. La copresidente de la comunidad Or Chadash, Lilli Kornblum, señaló que el rabino de la Congregación Emmanuel, con quien comparten local, les informó de que uno de los paquetes iba dirigido a ellos. Las sinagogas en toda área metropolitana de Chicago comenzaron a tomar medidas de seguridad el viernes.