Apretar cada vez que proceda

Apretar cada vez que proceda

La presencia del virus SARS-CoV-2 en el país ha ido a mayor intensidad en las últimas semanas, tocando a más personas jóvenes, las más dadas al contacto social riesgoso.

El curso así seguido por la enfermedad obligaría a la reposición de restricciones contra reuniones numerosas con cero tolerancia a la usencia de mascarillas en lugares públicos, sin prohibición absoluta de desplazamientos para no estorbar otras actividades exentas de peligro… hasta nuevo aviso.

La opción de endurecer controles sobre comportamientos ciudadanos debe permanecer en el arsenal de recursos a disposición de las autoridades, dispuestas a llevar sus decisiones a los grados que exijan las circunstancias.

Ninguna indefinición debe durar si fallan las exhortaciones al cumplimiento voluntario de normas que eviten contagios.

El aumento de hospitalizaciones con mayor ingreso a cuidados intensivos, usos mecánicos para respirar y creciente demanda de cilindros de oxígeno, colocan, particularmente, al Gran Santo Domingo en perfiles críticos.

La habilitación urgente de más espacios para internamientos es ya un desafío al sistema sanitario.

La eficacia de las vacunas disponibles está fuera de duda. Las inoculaciones deben seguir construyendo el escudo de la inmunidad más extendida posible pero el temor a los efectos de la pandemia debe seguir presente contra indolencias y descuidos. Y contrarrestar el déficit de civismo con firmeza.

Los méritos que perduran

República Dominicana no cesa de ser atractiva para la inversión, generando continuas buenas nuevas, y en la Feria Internacional de Turismo recién celebrada en Madrid fue reconocida por su gestión de la pandemia con signos de recuperación del turismo en la que otros destinos están rezagados.

Valen a todo dar las bonanzas de este enclave antillano y la hospitalidad que por cultura se brinda a los visitantes.

Aquí se buscan soluciones con iniciativas estatales y privadas y se exalta la presencia de condiciones favorables que sobreviven a las adversidades circunstanciales, como es la actual.

Lo material y lo intangible, como dones, configuran el todo nacional. Nunca faltan grandes metas por alcanzar. Están ahí, al final de los caminos que se recorren con esfuerzos. En la cita de Fitur, España, brilló lo positivo.

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