VALPARAISO, Chile AP).- Después de nueve años de discusión parlamentaria, la Cámara de Diputados aprobó el jueves una ley de que establece el divorcio por primera vez en la historia de Chile.

La ley regirá dentro de seis meses tras su promulgación por el presidente Ricardo Lagos, para lo cual no está determinada una fecha.

La iniciativa, a la que el gobierno de Lagos había dado prioridad, otorga reconocimiento legal a los matrimonios religiosos. El artículo correspondiente fue confirmado por 51 votos a favor, 44 en contra y 7 abstenciones.

La Cámara Baja confirmó, tras negociaciones entre distintas fuerzas, el proyecto aprobado en enero por el Senado que permite la disolución del vínculo después de un año del quiebre matrimonial si hay acuerdo de ambos esposos, ó tres años por petición unilateral.

Una amplia mayoría de 70 votos contra 13 y 6 abstenciones aprobó la disolución del vínculo y los plazos exigidos.

Los jueces podrán conceder el divorcio sin plazo en casos de abusos comprobados a uno de los cónyuges o a los hijos, o en casos de homosexualidad, alcoholismo o drogadicción de cualquiera de los cónyuges. El artículo que otorga validez legal a los matrimonios religiosos que sean registrados ante la autoridad civil después de ocho días, es rechazado por sectores izquierdistas y por las iglesias evangélicas, que advirtieron que podrían recurrir al Tribunal Constitucional para dirimir su constitucionalidad.

La disposición fue introducida en el Senado a petición de la Iglesia Católica, que se opuso tenazmente al divorcio, incluso con una amplia campaña por televisión.

La jerarquía católica fue acusada de realizar presiones indebidas para evitar la aprobación.

El ministro de Justicia, Luis Bates, rechazó las críticas al proyecto finalmente aprobado y dijo que ahora «se fortalecen el matrimonio, la familia y la protección de los hijos».

Un pequeño grupo de miembros de la organización conservadora Acción Familia, realizó una breve protesta mientras los diputados votaban, desplegando un cartel con la leyenda «el divorcio empobrece a la mujer».

Una supuesta amenaza a la familia a raíz del divorcio es el argumento central de los que rechazaban la ley.

La presidenta de la Cámara de Diputados, Isabel Allende, desestimó ese argumento señalando que «la gente no se divorcia porque existe una ley que lo permite. Se divorcia porque se acaba su relación amorosa».

Desde la restauración de la democracia en 1990 se procuraba aprobar una ley de divorcio. El proyecto que finalmente se acogió, inició su tramitación hace nueve años por iniciativa de legisladores oficialistas, respaldados por algunos opositores derechistas.

Hasta ahora, en ausencia de una ley de divorcio, las parejas que fracasan en su matrimonio deben recurrir a un sistema reconocidamente basado en falsedades para obtener una anulación legal.

El procedimiento más usado es declarar ante un juez que existió alguna irregularidad en el matrimonio, generalmente que uno de los cónyuges dio un domicilio falso al momento de casarse.

La nueva ley «acaba con ese sistema basado en la corrupción», dijo el diputado demócrata cristiano Jorge Burgos.