Aprueban ley contra símbolos religiosos

Aprueban ley contra símbolos religiosos

PARIS (AFP).- Los diputados franceses adoptaron este martes en primera lectura por amplia mayoría la polémica ley que prohibe los símbolos religiosos ostensibles como el velo islámico en las escuelas públicas y que ya suscitó un gran debate debido a la oposición de musulmanes y cristianos tanto en Francia como en el extranjero.

El texto fue adoptado por 494 votos a favor, 36 en contra y 31 abstenciones, gracias al voto favorable del principal partido de la mayoría, la Unión por un Movimiento Popular (UMP) del presidente Jacques Chirac, y del Partido Socialista, anunció el presidente de la asamblea, Jean-Louis Debré.

Por el contrario, los comunistas consideraron que la ley «estigmatiza a una parte de la población» y la UDF, partido de centro-derecha aliado de la mayoría, juzgó que era «una ley superflua» que «no habla de integración» de la población procedente de la inmigración.

El proyecto desató un encendido debate por la oposición de musulmanes y cristianos principalmente, no sólo en Francia, sino también en otros países, sobre todo en el mundo árabe.

A continuación será sometido a votación en el Senado, la cámara alta, donde la UMP también cuenta con una gran mayoría y está previsto que entre en vigencia en septiembre de 2004, al comenzar el próximo curso escolar.

Los cuatro artículos del proyecto prohiben «los signos y vestimentas que manifiesten ostensiblemente la pertenencia religiosa de los alumnos». Además del velo, esos signos incluyen la kippa judía y las cruces cristianas si son de gran tamaño.

Tras consultar a un grupo de expertos, el presidente Chirac decidió que se debía legislar sobre la cuestión para reafirmar el principio de la laicidad y responder a los directores de centros escolares que reclamaban directivas claras frente al número creciente de jóvenes musulmanas que iban a clase con velo.

No hay estadísticas fiables pero su número es de varios centenares o incluso de miles según las distintas fuentes.

Los sondeos muestran que una gran mayoría de los franceses aprueba la ley y los profesores se felicitaron el martes por su adopción. Sin embargo, todo indica que su aplicación será difícil.

Los detractores del proyecto, que constituyen un frente heterogéneo que va desde los religiosos hasta la extrema izquierda y los ecologistas, pasando por el asociacionismo, temen que la ley acentúe las tensiones intercomunitarias en Francia, donde viven la mayor población musulmana (entre 5 y 7 millones) y judía (de 600.000 a 700.000) de Europa.

Insisten en las deficiencias de la integración de los inmigrantes, que explican el perceptible ascenso del islamismo en las barriadas desfavorecidas en las que los jóvenes no tienen esperanzas de ascenso social.

Los movimientos islamistas radicales, que han intentado movilizarse para denunciar el proyecto, no obtuvieron un seguimiento masivo.

También se organizaron estas últimas semanas manifestaciones en el extranjero, la mayoría frente a las embajadas de Francia en países árabes o musulmanes, por iniciativa de movimientos islamistas extremistas que consideran el proyecto hostil al Islam.

El proyecto fue denunciado incluso en Estados Unidos, en nombre de la libertad religiosa, y la Federación Internacional de los Derechos Humanos de Helsinki consideró que «violaría las convenciones internacionales sobre los derechos humanos y las normas internacionales que Francia se comprometió a respetar».

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