Apuesta por  la energía limpia

Apuesta por  la energía limpia

El país ha tomado  en serio la necesidad de  cambiar el patrón energético actual por fórmulas menos costosas y más amigables con el ambiente. Hace apenas  dos semanas fueron  inaugurados en Pedernales los parques eólicos Los Cocos y Quilvio Cabrera, con potencial total de  33.25 megavatios.  Hace pocas horas fue firmado el convenio  entre la CDEEE y la firma alemana JRC Electronic para la instalación de un parque de energía solar de 30 megavatios en Monte Plata.

Mucho antes de estos pasos, empezamos a transformar a gas natural el parque vehicular de transporte de pasajeros. La industria no se ha quedado atrás y este mismo gas está presente en la generación de electricidad. Las inversiones para instalación de plantas de expendio, talleres de conversión y negocios importadores de equipos para gas natural continúan  creciendo.

Aunque con cierto rezago, los proyectos para producción de biocombustibles se perfilan entre las alternativas energéticas para reducir una factura petrolera aumentada por la especulación de los mercados y por la falta de inversión en nuevas plataformas de extracción de crudo. Se trata de pasos en firme por la energía limpia, que  además de  recortar el gasto en hidrocarburos ayudará a mejorar la calidad del ambiente al reducir las emisiones de gases de invernadero.

Reprimenda merecida

Este país ha visto desfilar por el poder gente de diversas denominaciones políticas que impulsaron sus plataformas en base a la promesa de soluciones para todo y para todos.

Algunos han dejado obras materiales, infraestructura realmente útil, pero concebidas en función de sus efectos de marketing mediático más que de las necesidades medidas con proyección al largo plazo.

Monseñor Francisco José Arnáiz, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo, tiene mucha razón cuando afirma, a modo de reprimenda muy bien merecida, que nuestros  políticos no han hecho nada por la gente.

Y es cierto. En materia de desarrollo humano los indicadores medidos por organismos internacionales dejan muy mal parados a nuestros políticos, a pesar de lo mucho que progresa la economía.

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