El nuevo ministro de Educación, Dr. Ángel Hernández, es un educador nato, que conoce la educación en todas sus dimensiones y en cada uno de sus niveles. Nos conocimos en los años 70, en la hoy Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Estudiábamos la Licenciatura en Educación, concentración Ciencias Sociales, pero me adelantaba un año en la carrera. Pronto hicimos ligas. Recuerdo que formamos el Grupo de Investigación Educativa, constituido por una decena de estudiantes de educación que querían profundizar en el tema.

Se graduó antes que yo, y nos reencontramos cuando regresé de México con mi especialidad en Educación de Adultos. Era un joven profesional que había sido designado Director Regional de Educación en Santiago. Acepté de inmediato. Durante esos años de intenso y prometedor trabajo, conocí al Ángel ejecutivo, con visión y perspectiva. Me apoyó en todas y cada una de las acciones que me inventaba. Nos sorprendió el huracán David y la torm3enta Federico. Las escuelas inundadas. Decidimos hacer un dispositivo para ayudar y proteger las escuelas y luego ayudar a los damnificados. No olvido esos años trabajando al lado de Ángel. Tratábamos de hacer realidad nuestras utopías educativas.

Después, se fue a la capital y trabajó en Currículo; yo por mi parte, trabajé en las universidades privadas; tanto que tengo más de 4 décadas sirviendo a la educación desde estos espacios. Cada vez que nos encontramos, incluso en las caminatas matutinas para botar un poco de stress, la hacemos juntos y nos ponemos al día.

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Cuando fue designado por el presidente Luis Abinader, me sorprendí agradablemente. Había sido una buena elección. Ángel cumple todos los requisitos: formación en educación; experiencia en el sector público y sector privado; capacidad de gestión; y, sobre todo, conocimiento de los problemas en el sector. Pero cuando leí sus primeras declaraciones, me convencí nueva vez de que había sido una excelente selección.

No apuesto a una gestión gubernamental, el problema educativo va más allá de los períodos gubernamentales y los intereses políticos. Es una apuesta al futuro de la nación. La lucha del 4% que fue respaldada por todos los sectores sociales, se inició durante el último gobierno de Leonel Fernández. La sociedad se expresó. Gritó en los cuatro vientos, y el presidente Fernández se defendía como podía, aquí y en el extranjero, diciendo que invertía el 2% en educación. Finalmente, los candidatos presidenciales para el período 2012-2016 decidieron firmar el compromiso de otorgar el 4% a la educación primaria y secundaria. Se cumplió. ¿Y los resultados después de una década? Desastre total.

El nuevo ministro expresó en reuniones que está haciendo en todas las regiones su dolor porque la inversión no ha sido efectiva: se ha ido en funcionarios y en la construcción de escuelas mal hechas, pero no en los aprendizajes. La prensa se ha hecho eco de las declaraciones del nuevo funcionario cuando decía en una de esas reuniones con directores regionales y técnicos “que duele pensar que por más de 10 años el país esté invirtiendo el 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para tener como resultado una de la peor educación a nivel global, de acuerdo con todas las mediciones internacionales y nacionales».

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Días más tarde, en otro de esos encuentros regionales, Ángel Hernández volvió al tema: “¿Eso es justificable de cara a la inversión que está haciendo la sociedad dominicana en materia de educación? Hernández sostuvo que el error que tiene el sistema educativo dominicano es que nadie se preocupa por saber si el niño aprendió y que hay responsabilidad en los resultados.

Las cifras no mienten: el presupuesto exacto del 2022 es de RD$231 mil millones. Según las cifras del MINERD laboran unos 222 mil empleados; de los cuales 122,300 son docentes. Estas cifras significan que más del 80% del presupuesto en educación se va en nómina; y que hay una relación de 1 administrativo por cada docente. ¡ALARMANTE! ¡ALARMANTE! Estoy segura que el nuevo ministro, mi amigo Ángel, hará una auditoría para conocer la realidad al detalle por cada Dirección Regional, cada distrito escolar y cada escuela.

Me alegré y me entristecí cuando leí las declaraciones del amigo. Alegría porque por fin el funcionario de más alto rango en materia educativa decía la verdad con toda la crudeza; que la dramática realidad amerita que se denuncia; y tristeza, mucha tristeza porque los ministros anteriores no asumieron con seriedad el Pacto Educativo, ni se esforzaron realmente en mejorar la calidad educativa.

El desafío es grande. Debe comenzar por las instituciones de educación superior que forman esos “licenciados” que luego son incapaces de enseñar, y comente graves faltas ortográficas y tienen lagunas abismales de lo mismo que deben “enseñar”. Debe supervisar cada peso invertido para controlar a aquellos con aspiraciones non-santas de los que quieren aprovecharse del “boom” del 4%. Hay que revisar los almacenes del Ministerio que están repletos de libros y equipos que no han llegado a las aulas.

Eliminar la sobrepoblación de funcionarios e incluir más docentes. Evaluar permanentemente a los docentes en su desempeño. Descentralizar con cuidado y tacto, porque puede favorecer las apetencias de los “pequeños caudillos” locales. Revisión profunda del currículo, especialmente el de Ciencias Sociales. Lograr que la ADP tenga una visión que vaya más allá del discurso sindical de los años 70. ¿Será posible una afiliación voluntaria de sus miembros, sin que intervenga el Ministerio?.

Querido Ángel, tienes una gran tarea por delante. Es el desafío más grande de tu vida. Debes estar seguro de que, los que defendemos la educación como el mejor instrumento para el cambio, te apoyamos y acompañaremos en este largo viacrucis que iniciaste hace menos de un mes. Te felicito amigo. Te apoyo y te deseo, de corazón, éxitos en tus funciones.

1- Hernández: presupuesto del Minerd se va al zafacón – Diario Libre10 de agosto 2022
2- Hernández: presupuesto del Minerd se va al zafacón – Diario Libre. 13 de agosto 2022.