JOSÉ M. RODRÍGUEZ HERRERA
Calderón de la Barca (Pedro). Autor dramático español, nació en Madrid (1600-1681). Estudió en Salamanca y Madrid, sirvió como soldado en Flandes y Lombardia y tomó parte en la campaña contra los segadores catalanes. En 1651 se ordenó sacerdote y fue nombrado capellán real con una exigua pensión. Escribió numerosos autos sacramentales, género dramático en el que no conoce rival, para las fiestas del Corpus de Madrid y Toledo.

Nombrado capellán mayor de la Congregación de Presbíteros Naturales de Madrid, fundada por Jerónimo de la Quintana, en 1666, ostentó este cargo hasta su muerte. Su cuerpo, llevado a hombros por los congregantes y acompañado por la música de la Real Capilla, fue sepultado bajo la bóveda de San Salvador. En 1841 sus restos fueron trasladados y depositados en un mausoleo del cementerio de San Nicolás, y al ser clausurado éste, la Congregación, universal heredera de sus bienes, reclamó y obtuvo el honor de guardar sus cenizas en su hospitalillo de la Torrecilla del Leal, trasladados en 1902 a la iglesia de su Hospital General, construido de nueva planta en la calle de San Bernardo, donde se desaparecieron en el asalto e incendio de 21 de julio de 1936.

Menos fecundo que Lope de Vega en su producción escénica, fue sin embargo, el autor dramático más popular de su tiempo por haber sabido identificarse plenamente con el espíritu de su época. Es el genuino representante del siglo XVII español, dice Menéndez y Pelayo, con todo el prestigio de la tradición decadente, pero no adulterada. Supervalorado por el romanticismo, principalmente el alemán, parte de su repertorio se representa todavía con agrado del público. Pasan de 1,500 las obras que compuso entre comedia, autos sacramentales, loas y entremeses. Sus mejores dramas son La vida es sueño, y El alcalde de Zalamea.

Es también autor del libreto de la ópera española más antigua de música conocida, Celos aún del aire matan, cuya partitura completa, compuesta por Juan Hidalgo, fue descubierta en 1945 por el profesor portugués Freitas Brango en una biblioteca de provincia.

Moreli (Domingo). Pintor italiano (1826-1901), está considerado como el mejor pintor italiano del siglo XIX, habiendo sido en realidad tan injustamente atacado como exageradamente alabado, puesto que el valor de su obra estriba en haberse salido de los fríos moldes académicos para entrar en una visión verista, aunque tratando los asuntos con gran indiferencia.