En el 2002, cuando empecé a escribir estos Apuntes, la primera cosa que me advirtió Cuchito fue: Rodriguito, cuidado con repetir un artículo.
El martes 8 de julio del 2003 apareció en Hoy un Apunte que, con permiso de la memoria de Mario Álvarez Dugan -Cuchito- y del actual director Bienvenido Álvarez Vega, copio, y decía así:
El oscurecimiento paulatino pero sin pausa de la población dominicana se debe a dos claras circunstancias: a) la cercanía con Haití y obvias consecuencias y b) la prolífica evidencia de la raza negra.
Y este acierto lo traigo a colación a causa de que ser blanco en Quisqueya, por lo visto, asombra a mucha gente que me pregunta, tanto en Boca Chica como en España: ¿Y tu eres dominicano? Pues no lo pareces
De ahí que me he interesado en repasar la historia para demostrar a esos incrédulos que tan dominicano como el que más, es el blanco, el negro o el mestizo.
Esa historia nos cuenta que Nicolás de Ovando, al ser nombrado gobernador de las Indias Occidentales en 1501, con sede en Santo Domingo y en sustitución de Francisco de Bobadilla, comendador de Calatrava, salió el 13 de febrero de 1502 de Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, en una flota de 30 bajeles y 24 carabelas, la mayor que hasta entonces se había formado para ir al Nuevo Mundo. Iban en ella 2,500 personas, 23 de ellas con sus esposas, y que habían de servir de núcleo para constituir una población en Santo Domingo.
Por otra parte, Femando el Católico en 1511 hizo llevar a América una cantidad de negros comprados en la costa africana. El ensayo dio buen resultado pues un negro hacía el trabajo de cuatro indios, por lo que Carlos V concedió en 1516 a un flamenco el privilegio de importar en la América Española 4,000 negros al año, privilegio que el flamenco vendió por 25,000 ducados a un genovés, quien fue el primero en organizar la trata de un modo regular. En 1562 -sigue contando la historia- John Hawking fue a las costas de Guinea, África y haciendo una irrupción en ellas, cogió prisioneros a un gran número de indígenas que transportó a Santo Domingo, donde los vendió, repitiendo varias veces aquella violencia.
Los ingleses reclamaron participación en el tráfico o transporte de negros a las colonias españolas, importando en el solo año de 1786 a 38,000 negros en América.
Esas versiones históricas y fidedignas son el origen de los blancos, negros y mulatos de la isla. Y si bien se dice que el blanco tiene el negro detrás de la oreja, es tiempo ya de que también se diga que el mestizo y el negro dominicanos tienen el blanco detrás del mismo apéndice.