Apuntes de bolsillo

Apuntes de bolsillo

JOSÉ M. RODRÍGUEZ HERRERA
UNAMUNO (Miguel de).
Pensador, filósofo y escritor español, nació en Bilbao (1864-1936). Después de cursar Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid, tuvo por oposición la cátedra de Lengua y Literatura griega en la Universidad de Salamanca (1891), de la que fue nombrado rector en 1911.

Perseguido por sus ideas políticas, que propugnaban el régimen republicano; combatió al gobierno de la dictadura que presidió el general Primo de Rivera, el cual le deportó a la isla de Fuerteventura, de donde se fugó y trasladó a Francia, regresando a España a la caída de aquel Gobierno, en 1930.

Fue elegido diputado de las Constituyentes y nombrado rector perpetuo de la Universidad de Salamanca en 1934. Fue un pensador preocupado por problemas trascendentes, y sin ser filósofo en el sentido estricto de la palabra, ya que no condensó sus doctrinas en un conjunto sistemático ni congruente, por no habérselo propuesto jamás, su obra toda es profundamente filosófica.

Dos temas constituyeron sus preocupaciones fundamentales; el problema del hambre y, más concretamente, el de su inmortalidad, y el problema de España. Más que la fe fue la duda torturante el gran fermento de sus mejores páginas filosóficas.

La trayectoria de su pensamiento puede seguirse en las siguientes obras: La vida es sueño, reflexiones sobre la regeneración de España, Sobre la europeización (ensayos), Vida de don Quijote y Sancho, obra fundamental en la producción total y el pensamiento del autor; Del sentimiento trágico de la vida (1913), el más importante de todos sus escritos; la agonía del Cristianismo, Contra esto y aquello, la dignidad humana, mi religión y otros ensayos breves.

Sus principales novelas son: Paz en la guerra, Tres novelas ejemplares y un prólogo, entre las que descuella nada menos que todo un hombre; Amor y Pedagogía, Niebla y Abel Sánchez. Obras poéticas: el Cristo de Velázquez, Rimas de dentro y Romanceras del destierro (1927). Obras teatrales: Nada menos que todo un hombre, escenificada por Julio Hoyos y estrenada con mucho éxito, Raquel, Fedra, Sombras de sueño, etc. Su estilo es personal, castizo, paradógico, depurado, expresivo, claro y sincero.

Fue la más robusta personalidad humanística de la España de su época, que entona perfectamente en el concierto de las grandes mentalidades mundiales.

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