SEPÚLVEDA, pequeña población española a 57 ki1ómetros de Segovia donde San Frutos es un santo pajarero, pero no se sabe porqué. En muchos lugares de la provincia de Segovia los niños salen a cazar pájaros el día de su festividad (25 de octubre). Esta fecha se celebra con importante romería en uno de los más bellos de los paisajes segovianos: la hoz del río Duratón, unos espectaculares cortados en las cercanías de Sepúlveda.

La gente tiene costumbre de pasar con grandes esfuerzos, alrededor de una piedra cuadrada que hay bajo el altar de la iglesia románica, con la creencia de que, si así lo hace, no padecerá de hernias.

Dicen que en este lugar vivía, en el siglo VIII, el santo en penitencia.

Después de la procesión y de intentar pasar bajo la piedra, los romeros suelen acercarse a Sepúlveda -que es Monumento Nacional- a ver la ciudad y a tomar cordero, lo que también es posible hacer cualquier otro día. La ciudad, llamada también la “Costa del Cordero Asado”, es famosa por la gran cantidad de restaurantes que lo preparan.

En el año 940, el Conde Fernán González conquista Sepúlveda a los Moros y Almánzar la destruyó en el 984. Más tarde, en el 1010, la recuperaron definitivamente los cristianos. En el castillo de Sepúlveda, del que apenas quedan ahora unos pocos lienzos, fue redactado el fuero, germen de las instituciones castellanas.

En el escudo de la villa figuran una torre y siete llaves que, según dicen, hacen referencia a las siete puertas que tenía la ciudad, de donde deriva el nombre latino de Septempública que dio origen al actual Sepúlveda.