Apuntes de bolsillo

Apuntes de bolsillo

PABLO NERUDA de verdadero nombre Neftalí Ricardo Reyes, compaginó la actividad diplomática al servicio de su país, Chile, con la expresión autobiográfica de cuanto vivió y examinó desde que casi adolescente publicase Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924). Habían precedido a este libro dos tanteos menos personales y menos despojados de influencias modernistas. La canción de la fiesta (1921) y Crepusculario (1923). Hasta que sobrevino su identificación con la ideología marxista en los años 30, llevó el vanguardismo (sobre todo la herencia surrealista) a sus máximos hallazgos con Residencia en la Tierra (1925-1935), obra capital en la que tocó con imágenes tan herméticas como originales el fondo de la desolación. Su visión del mundo tuvo aquí algo que alucinante, como si hubiese palpado la tendencia a la desintegración de la materia, de vuelta al caos primitivo y de destrucción de cualesquiera señas de identidad.

La etapa de compromiso político y de militancia activa incluyó libros dedicados a la guerra civil española: España en el corazón (1937). Y le proporcionó el ropaje para la saltación místico-poética de la naturaleza americana, de su fauna y flora, de sus pueblos, su acontecer histórico y las razas indias en el Canto general (1959). Obra grandiosa por su extensión y concepción, lo accesorio en ella fue la ideología que por entonces profesaba, aunque infundió a sus versos una tónica combativa; desigual con ciertas partes, alcanzó en otras cimas poéticas igualadas (Alturas de Machu-Picchu y canto general de Chile, por ejemplo). Luego volvió a una poesía más sencilla y dedicada a las realidades inmediatas o a los sentimientos primarios (la alegría, la esperanza), en Odas elementales (1954), Nuevas odas elementales (1956) y el Tercer libro de odas (1957); a combinar la inspiración social con la problemática personal, en Memorial de Isla Negra (1959). Recibió el premio Nobel de Literatura en 1971.

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