Apuntes de bolsillo

Apuntes de bolsillo

 JOSÉ M. RODRÍGUEZ HERRERA
El origen de la construcción del Archivo de Indias se encuentra en la ingente actividad mercantil que vivió Sevilla poco después del Descubrimiento. Las inmediaciones del alcázar viejo, donde se hallaba la Casa de la Contratación, se abarrotaban de gente, ávida de empleo, prebendas y ventajas, por lo que hizo necesario tomar medidas de fuerza para alejar aquella algazara de las puertas.

La muchedumbre buscó refugio y punto de encuentro en las grandes pero, como en días de calor de lluvia se refugiaba de la intemperie en la catedral, fue entonces la iglesia la que protestó para que se tomaran medidas; los propios teólogos decidieron que se levantara una hermosa cruz de mármol rojizo, que aún está en la puerta de San Cristóbal, para que los tratantes juraran allí el cumplimiento de sus compromisos verbales, pero tampoco sirvió y la iglesia tuvo que aguantar hasta que en 1572 el arzobispo Cristóbal de Rojas consiguió que Felipe II aprobara la construcción de un edificio destinado a Lonja de Mercaderes, actualmente Archivo General de Indias.

Juan de Minjares comenzó las obras en 1583, siguiendo las trazas de su maestro Juan de Herrera. El resultado fue un monumental palacio, que respondía a la versión renacentista de las lonjas medievales y que supuso un cambio radical en los diseños imperantes. Hoy es símbolo del imperio de ultramar de la Sevilla americana y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en el que se guarda el archivo más importante del mundo, después del Archivo Vaticano.

El edificio tiene planta cuadrada con dos pisos, alegre patio central y columnas dóricas, respondiendo más al gusto sevillano que al sello de Herrera. Fue lonja hasta que en 1785 Carlos  III decidió unir en un solo edificio toda la documentación referente al Nuevo Mundo, que estaba repartida por España, y adoptó la medida de convertirla en Archivo de Indias.

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