JOSÉ M. RODRÍGUEZ HERRERA
El décimo hijo del matrimonio formado por don Sebastián Pérez, militar, y doña Dolores Galdós, recibió el nombre de Benito. Nació en Las Palmas de Gran Canaria el 10 de mayo de 1843. La familia, de posición acomodada, procuró a sus hijos una educación en el colegio de San Agustín, por entonces la escuela más avanzada de la ciudad. Sus aficiones primeras fueron el dibujo, la pintura y la música. Sobre sus lecturas es posible que entre sus preferencias de juventud estuvieran Dickens y Balzac, que tanta influencia habrían de ejercer en su obra.

Mientras aún estudiaba bachillerato escribió Galdós sus primeras obras de teatro y también algunos versos, generalmente de carácter satírico. Por entonces se enamoró de una de sus primas, relación que lo turbó emocionalmente. Para alejarlo de esta inquietud, sus padres decidieron enviarlo a Madrid a estudiar derecho. Su llegada a la capital en 1862 resultó ser un acontecimiento decisivo en su vida, su pensamiento y su obra. Conoció las teorías Krausistas, que postulaban la reforma de las naciones a través de la educación del individuo como ente merecedor de respeto y con grandes posibilidades de progreso. Giner de los Ríos, el fundador de la Institución Libre de Enseñanza, alentó decididamente la vocación literaria del joven Galdós. El escritor estuvo matriculado en la facultad de Derecho, aunque no asistía con asiduidad a las clases; le agradaba deambular por las calles, formar tertulia en los cafés -el Universal, el Suizo, el Fornos-, frecuentar el Ateneo, participar en estrenos teatrales, etc. Colaboraba entonces con diversos periódicos escribiendo artículos sobre teatro, música y asuntos varios.

Entre sus preferencias literarias de estos años se registran textos clásicos, románticos y costumbristas, y autores como Moratín, Mesonero Romanos o Dickens, de quien, incluso, tradujo algunas obras. La influencia del escritor británico es esencial en la obra galdosiana, especialmente en al creación de una atmósfera social donde la historia, el entorno y el carácter del personaje están estrechamente interrelacionados.

En 1867 realizó su primer viaje a París, donde adquirió importantes títulos de la narrativa francesa. A su regreso comenzó seriamente su carrera literaria.