SAN AGUSTÍN, también llamado Aurelio o san Agustín de Nipona (Tagaste, 354-Hipona, 430 d.c.). Escritor, teólogo, filósofo y uno de los principales exponentes del pensamiento cristiano.
En el año 365 sus padres lo enviaron a Madaura para que finalizara sus estudios, y unos años más tarde a Cartago.
En esa ciudad tomó contacto con la obra de escritores latinos, especialmente con el Hortensius de Cicerón y con las poesías de Virgilioy Apuleyo, y tuvo un apasionado romance que le dejó un hijo, Adeodatus.
El año 383 viajó a Roma y abrió una escuela. Ganó por oposición la cátedra de retórica en Milán y se instaló en esa ciudad con su madre.
En sus continuas visitas a la catedral de Milán conoció al obispo Ambrosio (san Ambrosio), gran orador y uno de los eclesiásticos más distinguidos de Italia en aquella época, y abandonó su adhesión a la filosofía dualista del maniqueísmo, por entonces muy difundida en Occidente.
Su encuentro con cristianos como Simpliciano y Ponticiano le conmovió, y luego de una minuciosa lectura de las epístolas de san Pablo decidió con gran entusiasmo su conversión.
Junto a su brillante estilo y a su estricto rigor intelectual, demostrado en las polémicas teológicas y en la elaboración de sus doctrinas, ejerció un código moral profundamente humano, como queda reflejado en su recordada frase de Confesiones donde le dice a Dios: Concédeme castidad y continencia, pero no ahora mismo.