Apuntes de bolsillo

Apuntes de bolsillo

J. M. RODRÍGUEZ HERRERA
Bolshoi significa “grande” en ruso, y el nombre se aplica al teatro moscovita que sustituyó al Teatro Petrovsky, fundado en 1776. Dicho teatro fue pasto de las llamas en 1805 y su compañía de canto tuvo que esperar veinte años, hasta el 7 de enero de 1825, para ver inaugurado el nuevo teatro, el Bolshoi, construido por el arquitecto Osip Bove sobre un proyecto de Andrei Mijailov.

Situado en una zona céntrica de Moscú, ocupa el mismo solar que el antiguo Teatro Petrovsky. Su repertorio inicial estuvo formado por óperas de Francois Boieldieu, Andre-Ernest Gretry, Giovanni Paisiello, Domenico Cimarosa y Giovanni Battista Pergolesie: Hacia 1840 comenzó la política decidida de apoyo a los compositores rusos.

En marzo de 1853 un incendio destruyó parcialmente la sala. La reconstrucción fue confiada a Catterino Cavos. El nuevo Bolshoi, cuyo aspecto aún perdura hoy en día, fue reinaugurado el 20 de agosto de 1856, manteniéndose activo desde entonces, salvo en el período 1943-1950, en el que se realizaron mejoras técnicas una vez terminadas la Segunda Guerra Mundial.

A partir de 1870, las obras de Piotr Chaikovski, Modest Petrovich Mussorgski, Alexandra Borodin o Nikolai Rimsky-Korsakov constituyeron la base del repertorio. La Revolución de 1917 motivó la salida de las principales figuras por la caída de los salarios. Dirigido entonces por un comité popular, la ideología revolucionaria propició montajes escénicamente innovadores de directores como Kostantin Stanislavsi o Usevolod Meyerhold. Tras la caída del comunismo, el Bolshoi se tuvo que adaptar a los nuevos tiempos de transacción del socialismo al capitalismo de la nueva Rusia del siglo XXI.

La fachada está dominada por las ocho columnas del pórtico, coronado por una cuadriga, de bronce que simboliza al dios Apolo, protector de las artes y de la música.

 

 

 

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